¿Por qué no fue gol? Iba para festejo alborozado, en un derbi. Además, la jugada fue bella, mágica. Llena de talento. El palo impidió la celebración de Luis Díaz.
Poco localizado, debido al fuerte marcaje suyo y a una labor intensa del Everton, presto a desconectar los circuitos ofensivos del Liverpool, Luis Díaz casi anota un golazo sobre el cierre del primer tiempo. ¡El palo le negó el gol en el derbi!
Inicio favorable al Everton. Desconectó a su rival con presión constante en los jugadores claves, los de buen pie como iniciadores de las jugadas. Sin el balón moldeó su figura, compacto y con poco espacio entre líneas.
Arriba, Anthony Gordon, el rubio delantero de los Toffees, mostró credenciales de ser el jugador más peligroso del derbi. En 30 minutos, la primera gran opción para romper el 0 – 0 fue del local, con un remate en el palo cuando la mancha azul en Goodison Park se aprestaba al festejar el gol.
Los Reds, apremiados por las circunstancias de un partido adverso, con dificultades para agredir a su rival, de repente se toparon con dos acciones de gol muy claras, ambas sentenciadas por los palos: ¡Dos consecutivos! La de Luis Díaz merecía entrar por la forma en que el atacante colombiano, en el área, soltó el disparo previos enganches tradicionales en él.
En la medida que le dieron espacios, Luis Díaz fue solvente, solución ofensiva. No siempre iban a ganarle los defensores rivales y en esos pestañeos el guajiro se las ingenió para llevar peligro al arco protegido por Jordan Pickford.
Hasta ese momento el equipó con mejor desempeño en el derbi fue el Everton, dueño de casa y por ende con obligaciones de no dejarse someter por su clásico rival. Para ello plantó un juego fuerte, intenso. Muy físico, al Liverpool le costó ser el equipo de la iniciativa.
Remate al palo de Luis Díaz contra Everton
