La llegada de Alberto Miguel Gamero al Deportivo Cali ilusionó a la hinchada azucarera con un proyecto serio y ambicioso. Sin embargo, las últimas declaraciones del entrenador samario han encendido las alarmas en la institución, al revelar que, pese a estar dirigiendo los entrenamientos, aún no ha firmado contrato oficial con el club. Lo que hay, hasta el momento, es un preacuerdo condicionado al cumplimiento de garantías financieras clave que le permitan continuar.
Un precontrato mientras evalúa el entorno
En entrevista con el medio caleño Deporte Sin Tapujos, Alberto Gamero confirmó que su vínculo legal con el Cali aún no está firmado, dejando abierta la posibilidad de abandonar el cargo si no se cumplen los compromisos pactados.
“Yo con ellos tengo un precontrato firmado, eso hace parte de lo que acordé y estoy mirando y evaluando todo con el objetivo de llegar a la firma final si se cumple todo lo que hablamos previamente. Hay cosas adelantadas y espero que otras puedan mejorar en próximos días”, aseguró el técnico.
A pesar de ello, Gamero ya ha dirigido cuatro entrenamientos con el plantel profesional, adelantando la preparación del segundo semestre mientras los directivos siguen trabajando en el proceso de incorporación de inversionistas que capitalicen al club.
Su exigencia más clara: estabilidad para el grupo
Gamero fue enfático en una de sus solicitudes fundamentales: que el plantel profesional esté al día en los pagos. A su juicio, esto es indispensable para que el grupo trabaje con tranquilidad y pueda enfocarse plenamente en lo deportivo.
“Sé que se están haciendo todos los esfuerzos posibles; el presidente vino, habló con los jugadores y les pidió un compás de espera; se está tratando de cuadrar todo, eso es lo más importante; queremos que el grupo esté tranquilo y con la cabeza despejada. Es una de las cosas que he pedido, que estoy esperando y ojalá se pueda dar lo más rápido posible”, afirmó.
La situación se tornó más tensa tras la salida del capitán Juan Sebastián Quintero, quien presentó su renuncia ante la acumulación de salarios pendientes. Este hecho habría tomado por sorpresa a Gamero, quien esperaba mayor estabilidad institucional.
Expectativa por la llegada de inversionistas
El panorama económico sigue siendo el gran tema pendiente. Gamero reconoció que conoce las dificultades del club, pero se aferra a la promesa de capitalización por parte de un grupo inversor extranjero que estaría a punto de tomar el control accionario.
“Yo sabía desde hace tiempo de la situación en la que está el equipo, pero sé también que hay una posibilidad de unos inversionistas y que la parte económica mejore. Toda la vida no va a estar el Deportivo Cali con estas afugias económicas. Vienen unos inversionistas y sé que están haciendo el empalme. A mí me corresponde meterme de lleno en lo deportivo, buscar que el Cali sea lo que ustedes conocieron siempre, un club grande que pelee arriba”, expresó.
El entrenador fue directo: si no llega el respaldo económico prometido, la continuidad del proceso será inviable.
“Si no llegan los inversionistas es muy difícil, no solo para Gamero, sino para todos; confiamos plenamente que todo se solucione pronto”, sentenció.
Refuerzos en pausa, pero con esperanza
En medio de este panorama, Gamero ya ha avanzado en conversaciones con varios futbolistas del FPC que podrían reforzar al Cali. Aunque aún no se han cerrado fichajes, todo dependerá del desenlace de las negociaciones financieras del club.
“Se ha hablado con una serie de jugadores y hay cosas verbalmente muy adelantadas, queremos formar un equipo fuerte, que compita a fondo. Confío que este fin de semana se aclaren varias cosas y se confirmen algunos de los refuerzos con los que ya he hablado”, dijo el DT.
Más allá de las incertidumbres, Gamero mantiene la ilusión:
“Deportivo Cali es una institución grande y quiero asumir este reto. En los últimos 10 años como DT disputé 9 finales y sé que acá, si las condiciones están dadas, podemos disputar otras finales”.