Efraín Juárez dejó Atlético Nacional tras un ciclo que entregó dos títulos importantes: la estrella 18 de la Liga BetPlay y la séptima Copa Colombia. Sin embargo, su salida nunca estuvo del todo clara. En entrevista con Fútbol de Cabeza, en México, el técnico rompió el silencio y explicó que su decisión estuvo motivada por algo más que resultados deportivos.
“Me voy primero por principios y valores porque yo sí creo mucho en ese aprendizaje que tuve alrededor del mundo, que esto es una conjunción entre los directivos y el cuerpo técnico. Tenemos que ir de la mano, porque no quiero que me vaya bien a mí y no le vaya bien al club”, confesó el estratega. Sus palabras dan luz sobre una relación que, aunque exitosa en el campo, terminó desgastada fuera de él.
Una de las molestias de Efraín Juárez en Atlético Nacional para optar por la salida
Juárez explicó que en el mercado de fichajes post títulos logrados, no tuvo la participación que esperaba en el armado de la plantilla. Aunque se sentó con la dirigencia para definir perfiles y necesidades, nunca sintió que su voz fuera escuchada.
“Estábamos planeando la Libertadores y el objetivo era pelearla. Nos sentamos y dijimos: necesitamos A, B y C de jugadores. Yo les dije: tráiganme a quien quieran, yo no puedo ser exigente porque hay presupuestos, pero cuando se fue acercando el momento de los fichajes, nunca me lo preguntaban”, relató.
Esa sensación de no ser tenido en cuenta terminó pesando. Para el mexicano, la falta de comunicación y el desbalance entre el área deportiva y el cuerpo técnico hicieron que la relación se deteriorara hasta un punto sin retorno.
La fórmula del éxito que se pensó repetir en Atlético Nacional, según Juárez
Juárez recordó que llegó al equipo en la séptima fecha de la Liga BetPlay, y que, con un grupo armado sin su intervención, logró llevar al equipo al título y posteriormente a ganar la Copa Colombia. Sin embargo, ese éxito no cambió la percepción de la directiva.
“Como llegué la fecha 7 y terminamos siendo campeón con un equipo que no me armaron, la dirección deportiva pensaba que estaban haciendo las cosas bien porque pusieron el equipo y llegó el técnico a dirigir. Entonces, lo podía hacer cualquiera. Me sentí irrespetado y tomé la decisión de no seguir ahí”, confesó. Esta situación explica por qué, a pesar de los resultados, el vínculo terminó antes de tiempo.
El caso Álvaro Angulo: una señal de alerta
Uno de los puntos que más molestó a Juárez fue lo ocurrido con Álvaro Angulo. Para el entrenador, el lateral era un jugador indispensable, no solo por su calidad sino también por su rendimiento ofensivo.
“Les decía que se olvidaran de a quién traer, sino que había que firmarlo porque se iba libre. Él era el indicado. Hizo 7 goles y no conozco un lateral que los hiciera. Y si traían otro, nos iba a costar mucho dinero. Había que firmarlo y se fue libre. Entonces es cuando me empiezo a dar cuenta que no estaba siendo tenido en cuenta”, relató.
La salida de Angulo, que luego continuó su carrera en otro club, fue para Juárez la confirmación de que sus recomendaciones no tenían el peso suficiente en las decisiones deportivas.
Lo que pudo haber sido en Libertadores para Efraín Juárez con Atlético Nacional
Uno de los momentos más emotivos de la entrevista llegó cuando Juárez habló de la Copa Libertadores. Para el técnico, el torneo era el gran objetivo y el que podía consolidar el proyecto. “Iba a dirigir un equipo dos veces campeón de Libertadores en la Libertadores, el máximo torneo continental. En estos días se jugaron los octavos de final con Nacional y Sao Paulo y lo veíamos y decíamos: ahí podíamos haber estado”, dijo con nostalgia.
El estratega explicó que el plan era armar un grupo competitivo para pelear el torneo continental, pero la falta de respaldo en los fichajes terminó truncando ese sueño. Ahora, desde México y siendo entrenador de Pumas UNAM, el técnico mexicano encontró el espacio para compartir públicamente esas situaciones que lo alejaron del equipo más ganador en el Fútbol Profesional Colombiano.