Esta vez el Bayern Múnich no necesitó la presencia del colombiano para ganar un partido clave. James Rodríguez llegó al partido con una leve molestia. Fue suplente y su ausencia en la cancha tiene una explicación: no lo van a arriesgar.
Eso sí, si el partido se presentaba de manera negativa al Bayern Múnich, seguro jugaba. Para eso el DT Niko Kovac lo convocó. Más allá de la lesión con la que terminó la semana, James Rodríguez estaba a disposición para jugar. Si se requería, entraba.
Al colombiano se le vio en la cancha haciendo la entrada en calor. La hizo sin problema alguno. Lo que sí tuvo durante la semana fue un pequeño dolor que el DT explicó en rueda de prensa. «James Rodríguez tiene un ligero problema en el abductor derecho». Esa fue la razón para que no estuviera en el equipo titular.
Iban a intentar un juego sin él y si no funcionaba, seguro habría un cambio por él. No hubo necesidad. El Bayern Múnich se las arregló para golear en el primer tiempo. Se fueron al descanso con 4 goles de ventaja. Entonces no fue necesaria la presencia de James Rodríguez.
Los cambios fueron las entradas de Franck Ribéry, Leon Goretzka y Renato Sanches. Se quedaron sin acción en el partido tanto James Rodríguez como Rafinha, Jerome Boateng y Sven Ulreich. En el caso del colombiano, se perdió los dos juegos de la temporada ante Borussia Dortmund.
A la Bundesliga le quedan 6 fechas y al Bayern, quizá, 8 partidos de acá al final de la temporada si es que accede a la final de la Copa de Alemania. La idea con James Rodríguez es que solo juegue si está en óptimas condiciones o es absolutamente necesario. La Copa América está cerca y se quiere que llegue sin líos, algo que no se logró para el Mundial.
