La temporada 2025-26 marcará un antes y un después en la historia reciente del Real Madrid. Por primera vez desde el año 2000, el club blanco no tendrá en su plantilla a ningún futbolista que haya ganado el Balón de Oro, el prestigioso premio individual que reconoce al mejor jugador del planeta. Es el final de una era dorada que acompañó al club en sus conquistas más grandes del siglo XXI.
Con la salida de Luka Modric rumbo al AC Milan, se cerró el ciclo de 25 temporadas consecutivas en las que el Real Madrid siempre contó con, al menos, un ganador del galardón más simbólico del fútbol mundial. Una presencia constante de figuras de época que marcaron generaciones y definieron el estilo competitivo del club.
Una racha que Real Madrid inició con Figo y los Galácticos
La historia comenzó en el verano del año 2000 con la llegada de Luis Figo, fichado desde el FC Barcelona en una de las operaciones más recordadas y polémicas de todos los tiempos. El portugués, Balón de Oro en 2000, fue el primer galáctico de la era Florentino Pérez y abrió la puerta a una política de contrataciones que puso al Real Madrid en el centro del universo futbolístico.
Desde entonces, el club se encargó de reunir a varias leyendas vivas, manteniendo siempre a un Balón de Oro en su plantel. Zinedine Zidane (ganador en 1998) llegó en 2001; Ronaldo Nazário (2002) en 2002; Michael Owen (2001) en 2004; Fabio Cannavaro (2006) en 2006, Kaká (2007) en 2009 y Karim Benzema (Balón de Oro en 2022). Todos dejaron huella en mayor o menor medida, pero la racha no se detuvo.
El legado de Cristiano Ronaldo en Real Madrid
El punto más alto de esa era llegó en 2009 con la contratación de Cristiano Ronaldo, flamante Balón de Oro en 2008. Durante casi una década, el portugués no solo mantuvo la tradición, sino que la engrandeció ganando cuatro Balones de Oro más como jugador merengue (2013, 2014, 2016 y 2017), en una etapa marcada por la conquista de múltiples títulos, incluidas cuatro Champions League.
La presencia de Cristiano Ronaldo garantizaba al Real Madrid no solo brillo individual, sino una regularidad competitiva pocas veces vista en el fútbol moderno. Su salida en 2018 fue un golpe que el club aún procesa, pero el testigo lo tomó entonces Luka Modric.
Luka Modric, el último de la lista
En 2018, Luka Modric rompió la hegemonía Messi-Ronaldo y fue galardonado con el Balón de Oro tras una temporada magistral que incluyó una nueva Champions con el Madrid y la final del Mundial con Croacia. Con él se prolongó la racha. Durante siete años más, el club pudo seguir presumiendo de tener a un Balón de Oro en sus filas.
Modric, que vistió la camiseta blanca durante más de una década, se despidió en este verano tras conquistar 28 títulos y dejar una huella imborrable en el centro del campo. Su marcha a la Serie A marca oficialmente el final de esta etapa dorada.
Una plantilla sin galardones individuales, pero con proyectos de futuro
Con la partida de Modric, la plantilla del Real Madrid 2025-26 no cuenta con ningún jugador que haya ganado el Balón de Oro. Si bien hay figuras que podrían aspirar a él en el futuro -como Kylian Mbappé, Jude Bellingham o Vinícius Jr., si finalmente renueva-, hoy por hoy, ninguno de ellos ha sido galardonado con el premio.
Esto coincide con un cambio de ciclo en el club. El enfoque actual está más centrado en la juventud, el talento en formación y los proyectos a largo plazo. Fichajes como los de Franco Mastantuono, Arda Güler, Endrick o el regreso de canteranos como Álvaro Carreras hablan de una apuesta por formar a las futuras estrellas, más que fichar a quienes ya lo ganaron todo.
Una ausencia que no preocupa… todavía
Pese a la ruptura de una tradición que duró 25 temporadas, en Valdebebas no hay alarma. La historia demuestra que el Real Madrid sabe reinventarse. Y si bien en otras épocas buscaba tener a los jugadores más laureados del mundo, hoy se enfoca en construir ídolos propios, desde casa.
El proyecto que lidera Xabi Alonso desde el banquillo también se alinea con esta idea. Un equipo con menos nombres mediáticos en términos de premios, pero con el potencial de volver a ganarlos todo. Porque si algo ha demostrado el Real Madrid en su historia, es que las eras se transforman, pero el hambre de gloria permanece.