¿Por qué Carlos Bacca es considerado un ídolo en el Junior de Barranquilla? La respuesta es muy sencilla: sólo hay que ver sus números.
Desde el principio, fue una historia idílica. En marzo de 2009 Julio Avelino Comesaña mandó a un tal Carlos Bacca a la cancha en un partido contra el Deportivo Pasto. El muchacho de 22 años le respondió con creces: doblete en su debut. Fue un presagio de lo que vendría y los primeros tantos de un delantero que marcaría la historia en el país.
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Lo que vendría tuvo estadísticas de talento generacional: 73 goles, 29 asistencias, 2 botines de oro de Liga, 2 botines de oro de Copa, máximo asistente, goleador histórico de la Copa Colombia, goleador histórico de las finales del FPC en torneos cortos. Además, participaciones buenísimas en Copa Libertadores y venta millonaria al Brujas de Bélgica.
Bacca fue inicialista en dos estrellas (2010-I y 2011-II). Contra La Equidad, hizo los dos goles que le dieron el título a Los Tiburones. Ante Once Caldas, marcó doblete en la final de ida y puso el empate en Manizales para forzar los tiros desde el punto penal. Su temple en los momentos cumbres lo hicieron merecedor del cariño colectivo, y es por eso que la hinchada de Junior está tan contenta con su regreso a la institución que lo vio nacer.
