El director técnico del Tottenham sexto argentino que como entrenador estará en una final de la Champions, siempre tuvo un discurso positivo, lleno de pasión y amor por el fútbol. Hasta recurrió a una anécdota vivida como jugador contra el América de Cali.
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Decía Pochettino en la previa que este tipo de situación la vivió como jugador. Ir a un campo visitante, con la necesidad de remontar. Lo vivió como jugador al servicio de Newell´s Old Boys, contra América de Cali en semifinales de la Copa Libertadores de 1992.
Los argentinos se quedaron con la clasificación en el estadio Pascual Guerrero, cuando todo estaba a favor del equipo americano. Venían de empatar 1 – 1 en la ida y ese mismo marcador, sufrido, se registró en la vuelta, para luego dar el batacazo en los penaltis.
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“En esa semifinal fuimos muy valientes. Aunque en realidad no jugamos tan valientemente. Porque anotamos temprano y luego estacionamos el autobús. Y tratamos de jugar de contraataque. Sí, defendimos. Todo el tiempo. Pero fue un juego increíble. En el último minuto igualaron y luego hubo tiempo extra y pasamos a los penales. Creo que lanzamos 26 penales, fue el más largo en la historia de Libertadores. ¡Fue una locura!”, contó.
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Ese ejemplo fue el que transmitió a sus dirigidos en el Tottenham, de cara al compromiso en campo del Ajax. El milagro de los Spurs fue posible por sus consejos y el espíritu de un equipo que nunca bajó los brazos. Pochettino se llevó la mayoría de los créditos por su forma de trabajar y todo a lo que recurrió con tal de no desfallecer, ni que sus dirigidos perdieran el optimismo.
“Antes del partido, estábamos hablando de que cuando trabajas y sientes el amor no hay estrés, sino pasión por el equipo. Demostramos que amamos el deporte y el fútbol. Hoy fue increíble. Fue un placer ver este tipo de partido”, comentó el entrenador, emocionado aún con la proeza conseguida por sus jugadores.