Eric-Maxim Choupo-Moting, delantero de 30 años al servicio del PSG, entró en el top de situaciones curiosos en el fútbol mundial cuando evitó el gol de un propio compañero de equipo.
Solamente tenía que empujar el balón. Mejor aún: Custodiar su camino a la red porque el disparo ya tenía esa dirección, que difícilmente cambiaría. Lo que sucedió es de locos. De esos fallos que se ven en el fútbol aficionado y raramente a nivel profesional. Incluso si se trata de un plantel con tanto nivel y consumadas figuras como el PSG.
En las últimas horas es, y seguro que lo seguirá siendo por un rato más, el personaje más comentado en el PSG. No por una jugada de alto vuelo o un golazo. Sino por evitar una anotación de un compañero propio. ¿En qué estaría pensando Choupo-Moting?
Si pensabas que lo habías visto todo en el mundo del fútbol, Choupo- Moting evitándole el gol a su propio compañero pic.twitter.com/dI3FrOOHT8
— L’ (@Crackinho14) 7 de abril de 2019
Esa anotación, que iba a ser de Christopher Nkunku, era el 2 – 1 a favor del PSG y con ese resultado aseguraba el título de la Ligue 1 contra el Strasburgo. A cambio de eso, el festejo se aplazó y de la pifia se habla en muchas partes del mundo.
Choupo-Moting seguramente pensó que para darle más tranquilidad al remate de su compañero debía terminar de asegurar la dirección de la pelota al arco rival. Por alguna desconocida razón la pelota rebotó en su pie, desviándose justo en la raya de gol. Ni el mejor de los centrales hubiese hecho un cierra de tanta calidad.