Tampoco Real Madrid pudo con el PSG de Luis Enrique: paliza en el Mundial de Clubes

El PSG de Luis Enrique arrasa en el Mundial de Clubes y ya está en la gran final del torneo

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El festejo del campeón de la Champions League, ahora en la semifinal del Mundial de Clubes | PARIS SAINT-GERMAIN

Si algo quedaba por demostrar del PSG de Luis Enrique, lo hizo ante otro de los rivales más exigentes posibles. En una semifinal del Mundial de Clubes cargada de expectativa y enfrentando al histórico Real Madrid de Xabi Alonso, el equipo parisino no solo ganó: dio una verdadera exhibición de fútbol. Con un inicio arrollador, en apenas 24 minutos ya lo ganaba 3-0. Con eso bastó. Supo controlar, manejar los tiempos y sentenciar la llave con otro gol sobre el final para el contundente 4-0.

Los goles de Fabián Ruiz (doblete), Ousmane Dembélé y Goncalo Ramos marcaron el camino. Pero el partido fue mucho más que esos tantos. Fue un repaso táctico, una demostración de cohesión, de presión coordinada, de cómo jugar sin fisuras ante uno de los planteles más fuertes del mundo. PSG, que ya ganó la Champions League, la Ligue 1, la Copa de Francia y el Trofeo de Campeones, ahora quiere sumar el trofeo que le falta: el Mundial de Clubes. Y está muy cerca. Ya es finalista.

Un arranque demoledor del PSG: 24 minutos de pura contundencia

Desde el pitazo inicial, el PSG mostró que no estaba dispuesto a especular. Salió a presionar alto, a recuperar rápido, a mover el balón con inteligencia y atacar con profundidad. La propuesta de Luis Enrique no se guardó nada. Y en apenas 24 minutos, el marcador ya reflejaba una ventaja que parecía definitiva.

Fabián Ruiz fue el gran protagonista del arranque con dos goles que definieron desde la media distancia y el área chica. Ousmane Dembélé, con su habitual desequilibrio, completó la faena con el tercer tanto tras una gran jugada colectiva. El Real Madrid, desconectado y sorprendido, no encontró respuesta en ese tramo del partido y terminó resignado a un rol pasivo, poco habitual para el equipo de Xabi Alonso. Sobre el final recibió un cuarto gol.

Anuló al Real Madrid con presión, orden y tenencia

El PSG no solo se lució atacando, también fue perfecto en defensa. Neutralizó cada intento ofensivo del Real Madrid, impidió que Mbappé recibiera cómodo, cortó los circuitos de juego en la mitad y cerró las bandas con una sincronía admirable. La zaga central, con Marquinhos como líder, estuvo firme. El mediocampo dominó con Vitinha y el propio Fabián.

La clave estuvo en el control. Tras el 3-0, el PSG no se desordenó, no regaló espacios, no cayó en provocaciones ni en apresuramientos. Jugó con madurez. Supo cuándo acelerar y cuándo frenar. Sobre el final logró otro tanto y dejó claro que ya no es ese equipo de talento desbordado pero frágil mentalmente. Este PSG es un bloque. Uno que juega con convicción y madurez táctica.

El recorrido hasta la final del Mundial de Clubes: grandes rivales, mejores respuestas

El camino de PSG en este Mundial de Clubes ha sido exigente desde el inicio. En octavos, venció a Inter Miami con autoridad. En cuartos de final superó al Bayern Múnich, uno de los equipos más sólidos del continente europeo. Y ahora, en semifinales, le tocó el desafío más grande: el Real Madrid, rey absoluto de la historia en torneos internacionales. Y aun así, lo superó sin sufrir.

Luis Enrique ha sabido leer cada partido con precisión. Ha adaptado su estrategia según el rival, sin perder su esencia. Y el equipo ha respondido. Incluso las bajas o rotaciones no han afectado el rendimiento. El funcionamiento colectivo y la jerarquía individual han sido la base de este PSG que ya está en la final y que se perfila como el gran favorito al título.

Lo que viene: Chelsea en la final y un trofeo que completa la temporada perfecta

PSG en la temporada ya tiene en sus vitrinas la Ligue 1, la Champions League, la Copa de Francia y el Trofeo de Campeones. El Mundial de Clubes sería el broche de oro para una campaña inolvidable. En la final, se enfrentará a Chelsea, que llega con confianza tras vencer a Fluminense, pero que sabe que enfrentará a un equipo que ha pasado por encima de tres gigantes del continente.

Luis Enrique lo dijo hace meses: «El año que viene las voy a controlar todas las fases del juego». Y eso está haciendo. Ha armado un equipo compacto, dinámico, competitivo, que no depende de una figura y que puede rotar sin perder calidad. Jugadores como Dembélé, Fabián, Barcola, Vitinha y Zaïre-Emery han dado un paso adelante. Y el resultado es visible: el PSG juega como el mejor equipo del mundo… porque probablemente lo sea.

Un PSG que dejó de prometer y empezó a cumplir

Durante años, el PSG fue sinónimo de grandes nombres, promesas incumplidas y eliminaciones dolorosas. Hoy, bajo el mando de Luis Enrique, es sinónimo de equilibrio, carácter y resultados. Goleó al Real Madrid en una semifinal del Mundial de Clubes, dejó en el camino a otros campeones europeos y ahora va por un título que lo consagraría como el mejor equipo del planeta en 2025. Este equipo ya no ilusiona: responde. Y cada vez que pisa la cancha, lo deja claro