Liverpool, en calidad de campeón de la Champions League, jugará el Mundial de Clubes en Catar. Dentro del operativo logístico que desarrolló existió una curiosa petición: Rechazó el hotel que inicialmente le ofreció la organización del certamen continental.
[anuncio]
El cuadro inglés tomó la decisión de rechazar el hotel de lujo que les fue asignado tras comprobar que allí persisten una serie de inconvenientes de índole social, con serias violaciones a los derechos humanos.
El Marsa Malaz Kempinski, hotel 5 estrellas que se encuentra en la isla artificial llamada Pearl-Qatar, fue descartado por el Liverpool por unas investigaciones que salieron a la luz pública por parte del diario inglés The Guardian, según las cuales los trabajadores migrantes que trabajan allí reciben salarios por debajo del mínimo permitido y hay serios indicios de violaciones a los derechos laborales.
Por ejemplo, el personal que se encargada de la seguridad hacían turnos de 12 horas en temperaturas de hasta 45 grados centígrados. Por esto ganaban casi que 8 libras esterlinas.
Tales averiguaciones fueron las que el Liverpool tuvo en cuenta al momento de informar a la FIFA de su decisión. Prefieren hospedarse en un lugar que no tenga serias sospechas. Necesitan estar en un lugar que no genere este tipo de preocupaciones.
[anuncio2]