Lionel Messi volvió a demostrar que su grandeza no conoce límites. En lo que él mismo confirmó como sus últimas Eliminatorias Sudamericanas rumbo a un Mundial, el capitán argentino alcanzó un logro que durante años se le había resistido: terminar como MÁXIMO GOLEADOR del certamen clasificatorio.
Con 38 años, y tras múltiples intentos fallidos en procesos anteriores, Messi consiguió la recompensa final. Sumó 8 goles en la Eliminatoria rumbo al Mundial 2026, superando a figuras como Miguel Terceros (Bolivia) y Luis Díaz (Colombia). De esa manera, se convirtió en el primer argentino en lograrlo después de 24 años, desde que Hernán Crespo lo hiciera en el camino al Mundial de Corea-Japón 2002.
Los goles de Messi en la Eliminatoria rumbo al Mundial 2026
La ruta de Messi hacia este récord estuvo marcada por actuaciones decisivas:
- Ecuador (local): anotó el gol que abrió su cuenta en la clasificación.
- Perú (visitante): firmó un doblete en Lima, siendo figura en uno de los partidos clave.
- Bolivia (local): brilló en Buenos Aires con una tripleta que lo catapultó en la tabla.
- Venezuela (local): cerró con otro doblete que selló su lugar como máximo artillero.
Cada uno de esos goles fue importante no solo para la estadística personal, sino también para consolidar a Argentina entre los mejores equipos de la región.
La tabla de goleadores de la Eliminatoria Sudamericana a la Copa del Mundo 2026
Messi se quedó con el primer lugar en la tabla de artilleros de la Eliminatoria 2026, dejando atrás a rivales de peso. Así cerró la clasificación:
- Lionel Messi (Argentina): 8 goles
- Miguel Terceros (Bolivia): 7 goles
- Luis Díaz (Colombia): 7 goles
- Darwin Núñez (Uruguay): 5 goles
- Enner Valencia (Ecuador): 5 goles
- Raphinha (Brasil): 5 goles
- Salomón Rondón (Venezuela): 5 goles
El capitán de la Albiceleste fue el único que alcanzó los ocho tantos, confirmando su vigencia en un torneo que siempre le había sido esquivo.
24 años después, otro argentino máximo goleador de una Eliminatoria
Lo que logró Messi cobra aún más relevancia al mirar hacia el pasado. Desde Hernán Crespo en 2002, ningún argentino había cerrado unas Eliminatorias como máximo goleador. Durante más de dos décadas, delanteros uruguayos, chilenos y brasileños se habían llevado ese honor.
Messi, pese a ser el máximo anotador histórico de las Eliminatorias con 34 tantos, nunca había terminado primero en una edición particular. Ahora, en su despedida, consiguió ese título individual que se le resistía.
Messi y el récord logrado a los 38 años con la selección de Argentina
Que Messi haya alcanzado este récord a los 38 años lo hace aún más simbólico. En una etapa de su carrera donde muchos futbolistas se despiden de la élite, él consiguió un logro inédito para su trayectoria.
Su capacidad de adaptación, el manejo del esfuerzo físico y su calidad intacta le permitieron mantenerse como referente en la Albiceleste y decisivo frente al arco rival. Este récord es una muestra de su vigencia y de cómo, incluso en el final de su ciclo en Eliminatorias, sigue marcando la diferencia.
Los intentos fallidos en Eliminatorias anteriores
En las Eliminatorias rumbo a los Mundiales de 2010, 2014, 2018 y 2022, Messi marcó goles importantes pero nunca los suficientes para quedar en la cima de la tabla. Siempre aparecía un rival con cifras más altas: Luis Suárez, Edinson Cavani o Alexis Sánchez.
Este recorrido de intentos fallidos le da más valor a lo conseguido en 2026. Messi cerró su ciclo clasificatorio con Argentina alcanzando el único registro que le faltaba en Sudamérica.
El legado de Messi en la Eliminatoria sudamericana
Con este nuevo título individual, Messi amplía su legado en el fútbol mundial. No solo es el máximo goleador histórico de las Eliminatorias con 34 goles, sino que también se consagra como el artillero principal de un proceso, algo que lo pone a la altura de los grandes referentes de la región.
Su historia con Argentina en Sudamérica ya no tiene cuentas pendientes. Después de títulos colectivos, récords personales y goles memorables, Messi se despide de las Eliminatorias con la recompensa que le faltaba, alcanzada en el último momento posible y con el peso de la eternidad.