La nueva normativa incluye la pérdida de partidos y gestos estándar para denunciar incidentes racistas durante los juegos.
La FIFA ha anunciado un conjunto de sanciones más estrictas para combatir el racismo en el fútbol, incluyendo la implementación de un nuevo gesto estándar para jugadores y medidas disciplinarias más severas. Esta iniciativa forma parte de un plan de cinco pilares que busca erradicar el racismo en el deporte y garantizar un ambiente seguro y respetuoso para todos los involucrados.
Una de las principales novedades es la introducción de un gesto de manos cruzadas que los jugadores pueden utilizar para alertar a los árbitros sobre incidentes racistas. Este gesto desencadenará un protocolo que incluye la pausa, suspensión y eventual abandono del partido si persisten los comportamientos discriminatorios. Además, la FIFA propondrá que el racismo se considere una ofensa específica en los códigos disciplinarios de todas sus federaciones miembros, con sanciones severas que incluyen la pérdida automática de partidos.
El plan de la FIFA también aboga por el reconocimiento del racismo como delito penal en todos los países, promoviendo sanciones más duras en aquellos lugares donde ya es considerado un delito. Asimismo, se impulsarán iniciativas educativas en colaboración con escuelas y gobiernos para crear un futuro libre de racismo. Se formará un panel antirracismo compuesto por exjugadores que revisarán y monitorearán el progreso de estas medidas.
El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, subrayó la importancia de estas nuevas regulaciones, afirmando que “la FIFA no permitirá que las víctimas de abuso racista queden desprotegidas“. Esta postura refleja un compromiso firme con la erradicación del racismo en el fútbol y la protección de los derechos de todos los jugadores y aficionados.