Aprovechando el 8 de Marzo, Día Internacional de la Mujer, de FUTBOLETE ponemos nuestro granito de arena para seguir apoyando el camino que han recorrido todas estas valientes #Futboleteras en busca de tener un espacio y rol protagónico dentro del mundo del fútbol.
Para empezar, un poquito de historia. Según se puede consultar en wikipedia, los origenes del fútbol femenino se remotan a la China, donde la dinastía Han se practicaba una variante antigua en la cual podían participar mujeres, llamada Tsu Chu, que se documenta a partir del 2500 a. C. La meta del Tsu Chu era patear el balón a través de una pequeña red abierta y se podía anotar con cualquier parte del cuerpo, excepto las manos. Existen otros deportes que indican que en la Europa del siglo XII era usual que las mujeres jugaran a juegos de pelota, especialmente en Francia y Escocia.
Ya unos siglos después, durante la Edad Media, en Gran Bretaña, estuvo prohibido la práctica de este tipo de actividades.
Cuenta la leyenda – información no confirmada -, así como también pasó con el fútbol masculino, fue en Glasgow (Escocia) que se disputó el primer partido oficial de fútbol femenino en el año de 1.892. Y fue dos años después que se fundó el primer club de fútbol femenino llamado “British Ladies Football Club”, liderado por Netty Honeyball.
El primer partido considerado oficial por la mayoría de las fuentes, se realizó en Londres, el 23 de marzo de 1895, organizado por el British Ladies Football Club. Fue un encuentro entre los equipos North y South en el campo del Crouch End Athletic, ante unas 10 000 personas, que finalizó con la victoria 7 a 1 del North, liderado por la misma Honeyball.
La primera guerra mundial fue clave en la masificación del fútbol femenino en el Reino Unido. Debido a que muchos hombres fueron reclutados para prestar servicio militar, las mujeres fueron un activo importante como fuerza laboral en las empresas, y por ende, empezaron a cubrir también los roles que éstos tenían en los torneos de fútbol que eran tan populares entre los obreros.
Sin embargo, al fin de la guerra, la FA no reconoció al fútbol femenino a pesar del éxito de popularidad que alcanzó. Esto llevó a la formación de la English Ladies Football Association, cuyos inicios fueron difíciles que las llevó incluso a jugar en canchas de rugby y en otras instalaciones no afiliadas a la FA. Igualmente, la FIFA prohibió el fútbol femenino en sus campos oficiales. Esta prohibición duró hasta 1971.
Tras la Copa Mundial de Fútbol de 1966 y la progresiva masificación del fútbol, el interés de las aficionadas creció a tal punto que la FA decidió reincorporarlas en 1969 tras la creación de la rama femenina de la FA. En 1971, la UEFA encargó a sus respectivos asociados la gestión y fomento del balompié femenino hecho que se consolidó en los siguientes años. Así, países como Italia, Estados Unidos o Japón llegaron a constituir ligas profesionales competitivas de fútbol femenino, cuya popularidad no envidia a la alcanzada por sus símiles masculinos.
En Latinoamérica, el deporte y especialmente el fútbol, siempre ha estado muy ligado a los acontecimientos históricos relevantes de cada época. Incluso la evolución del fútbol femenino se relaciona con el contexto político y sociocultural de los países latinoamericanos. Entre los años 1960 y 1980, la mayoría de los países de Latinoamérica estaban dirigidos por dictadores militares con ideas conservadoras. El lugar de las mujeres en el deporte era limitado o inexistente: en Brasil, fue tan sólo en 1979 cuando se abolió el decreto que prohibió a las mujeres jugar al fútbol, lo que les permitió volver a encontrar una libertad parcial dentro del deporte.
En Colombia particularmente, el fútbol femenino tiene una historia llena de valentía y pasión. En los años 60 y 70, un grupo de mujeres apasionadas por el deporte formó equipos y jugó partidos no oficiales, enfrentando retos y prejuicios, como en el resto de la región.
En 1968, se creó la Liga de Fútbol Femenino de Bogotá, un momento clave que impulsó el fútbol femenino en el país. Desde entonces, se organizaron torneos y campeonatos locales y regionales, permitiendo que el fútbol femenino creciera y se consolidara en Colombia.
Con el tiempo, el fútbol femenino ganó más reconocimiento y apoyo. En 1991, se celebró el primer campeonato nacional oficial en Colombia de deporte femenino. Fue en ese momento que el fútbol de mujeres marcó historia, contribuyendo a un importante crecimiento y evolución, con más mujeres involucradas en el deporte y representando a nuestro país con orgullo en competiciones internacionales.
Actualmente, si bien todavía falta mucho, el fútbol femenino ha ganado mucho espacio teniendo una liga que se disputa anualmente con la participación de 15 a 18 equipos aproximadamente, un proceso de Selecciones Nacionales que ha conquistado los corazones de los colombianos. en el año 2022 se realizó con éxito la Copa América en nuestro país, donde nuestro seleccionado quedó subcampeón después de Brasil, y en este 2024 se realizará uno de los principales eventos de la categoría: el Mundial FIFA Femenino Sub 20.
Así que seguiremos disfrutando fútbol femenino por cantidades y seguir apoyando a todas esa #Futboleteras a través de más proyectos que nos permitan ver crecer este hermoso deporte cada vez más.
Aprovechamos la oportunidad también para resaltar un proyecto bonito en torno al fútbol femenino….
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