¡Eso es amor total por Independiente Medellín! Lo siente Sebastián Botero. Es hincha, fue jugador y ahora es el DT del DIM. Así lo contó.
Lo hizo tras su primer partido en Libertadores. Fue cruce ante el Club Nacional de Football y victoria para Independiente Medellín en el Atanasio Girardot. Un resultado clave en las aspiraciones de la temporada y también en la carrera del novel entrenador que hasta hace un par de semanas estaba a cargo del cuadro sub-20 del Poderoso. Hoy dice estar cumpliendo un sueño.
Sebastián Botero y su sueño cumplido con el DIM
Fue parte de lo que contó en entrevista para Blog Deportivo (Blu Radio): «Estoy cumpliendo un sueño. Yo me hice entrenador para algún día dirigir al Medellín, pero la verdad es que nunca pensé que fuera en este momento. Me preparé toda la vida para esto», dijo el DT de 36 años y de paso como futbolista del DIM entre 2004 y 2007.
Luego volvió para hacerse cargo de roles en las inferiores del club. Estuvo hasta hace muy poco trabajando como DT de la sub-20 y ahora pasó a cubrir el lugar en el cuadro profesional, al menos de manera interina: «Me tocó llegar acá después de la salida de un amigo que quiero mucho y que es David González. Han sido 15 días en los que dormí muy poco. Siento que lo más importante es que trabaje para contribuir al equipo».
En eso está. Lleva 5 partidos dirigidos. El equipo ganó 3. Alcanzó la clasificación a cuadrangulares y ha dado un golpe contundente en la Libertadores. «Mi intención y la intención del cuerpo técnico es que el Medellín sea más grande como institución. Cada día tenemos un proyecto más potente. Realmente tenemos que tomar las decisiones a largo plazo y adecuadas», dijo sobre los objetivos que vienen ahora.
¿Hasta cuándo seguirá en ese lugar? No está claro. La campaña del DIM va muy rápido y es él quien está a cargo ahora, con resultados positivos. Mientras eso pasa, seguramente en la directiva se esté apuntando hacia algún nombre. Será cuestión de tiempo y de objetivos cumplidos. Por ahora el Medellín los cumple con Sebastián Botero. Es un sueño cumplido que avanza positivamente.
