Ganar el partido de anoche era la única opción para el Poderoso si quería seguir metido en la pelea por entrar al grupo de los ocho que disputarán el título. Lograrlo además con las tres ‘G’, aumenta el valor de la victoria.
Medellín no podía perder el tren de los ocho anoche, de haber empatado o perdido iba a ser casi imposible clasificar. Era claro que el Rojo tenía que ganar o ganar.
Pero con lo que pocos contaban era que el equipo iba a ganar, gustar y golear, las famosas tres ‘G’ del fútbol. La manera de ganar con la que todo técnico y aficionado sueña.
El DIM fue una tromba durante todo el partido y ese es el otro punto fundamental del triunfo de anoche. En los últimos cuatro partidos consecutivos, además del partido frente a Deportes Magallanes en Chile, el equipo había tenido un tiempo bueno y uno malo, y había dejado escapar ventajas que le daban los tres puntos por errores puntuales en los últimos minutos.
Lo de anoche es una bocanada de aire fresco para asumir la parte compleja del calendario que se viene en los próximos días. Ir a Bucaramanga y a Montevideo a jugar Liga y Copa Libertadores con la faena de ayer en el bolsillo llena de confianza al equipo.
Independiente Medellín su ubica novena en la tabla, gracias a su goleada inapelable, y no le pierde pisada a sus rivales directos para ingresar a la fiesta de los ocho.
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La tabla dejó a Atlético Nacional en el quinto lugar y Deportes Tolima en el sexto, ambos con 18 puntos. Mientras que Alianza Petrolera marcha séptimo y Deportivo Pasto octavo, ambos con 17. Medellín quedó noveno con 16.
El Rojo sigue en la pelea, la mesa está servida, el Poderoso goza de buena salud.
