Al romper el silencio tras su salida de Atlético Nacional, el goleador dio su respuesta a esa pregunta. Se la hicieron en EL TIEMPO y, según Dayro Moreno, no fue algo que pasar a mayores.
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Él lo ve como algo que nació en la cancha y que sucede con normalidad en los partidos de Atlético Nacional y cualquier otro equipo en el mundo. Lo que pasó con Jeison Lucumí se dio de tal forma, lo vieron todos en el estadio y la transmisión de TV. Luego tuvo una continuidad que ya no pudo verse y sobre la que Dayro Moreno habló.
“Cuando termina el partido y yo arranco a correr para el camerino para hablar con Lucumí, entonces lo tomaron de otra manera: que de pronto yo lo iba a agredir, que iba a formar más cosas. Usted sabe que en el fútbol el camerino es privado, las cosas se arreglan allá y eso queda para nosotros. Cada uno tiene la decisión de pensar lo de cada uno. Yo me he caracterizado por ser buena persona. Soy una persona muy tranquila, muy humilde: pueden preguntar por mí en cualquier equipo que yo he estado. Toda la culpa me salió a mí”, respondió Dayro Moreno.
A él se le vio salir velozmente de la cancha hacia el camerino. Terminado ese partido ante Deportivo Cali y pocos minutos después del golpe que recibió por parte de Jeison Lucumí, Dayro Moreno se dirigió al lugar en el que estaba su compañero. Salió corriendo y desatando la intención de algunos compañeros por detenerlo. Fue inútil. ¿Qué pasó después?
“Obvio que iba furioso, porque, aparte lo que estamos viviendo, soy una persona que necesita ser ganador, que el equipo siempre esté bien. El problema también es el manoteo: eso no lo hago por ser mala persona. Al contrario, me gusta para que todo salga bien, para que todo salga a la perfección. Yo ya había hablado con los compañeros, nos reunimos y habíamos dicho que si iba a ser para beneficio del grupo, como se dice vulgarmente, que me putearan, pero en la cancha todos somos amigos. Eso no es secreto que en fútbol a veces se empiezan a putear, pero no llegan a las manos ni nada. Incluso, por eso salí muy caliente. Como yo se lo expresé al presidente: llevo 16 años de fútbol profesional colombiano y a mí nunca me había pasado una situación de estas, que un compañero me agrediera así dentro de la cancha, que me faltara al respeto, a mis principios, a todo. Y yo soy una persona tranquila: donde hubiera sido otro, hubiera reaccionado ahí dentro de la cancha”, concluyó Dayro Moreno.