Johan Arango, hoy con 34 años, sigue demostrando que la pasión por el fútbol y por América de Cali no caduca con el tiempo. Desde la Segunda División, donde defiende la camiseta del Internacional de Palmira, mantiene vivo un anhelo que lo conecta con su historia y con el corazón de la hinchada escarlata: volver a vestir la camiseta del equipo de sus amores.
En este 2025 acumula 26 partidos disputados y 5 goles, confirmando que aún conserva condiciones para competir y soñar con una oportunidad. Su presente en Palmira lo mantiene activo, pero su mirada, como él mismo lo confesó, sigue puesta en una nueva posibilidad en el cuadro escarlata.
La confesión de Johan Arango: “América es el equipo de mis amores”
En entrevista concedida al Gol Caracol, Johan Arango fue contundente al expresar su sentimiento hacia el club. “América es el equipo de mis amores, me lo dio todo, estuve allá, una institución que hoy por hoy desearía estar allá, como jugador maduro que soy, pero el tiempo de Dios es perfecto”, señaló.
Estas palabras reflejan no solo gratitud, sino también un deseo profundo de regresar en un momento diferente de su carrera, con mayor madurez y experiencia. Para Arango, volver al América no es únicamente una oportunidad deportiva, sino también una forma de cerrar un ciclo en el equipo que marcó su vida.
El presente de Johan Arango en Internacional de Palmira
Actualmente, Johan Arango defiende los colores de Internacional de Palmira en la categoría B del fútbol colombiano. Allí se ha convertido en un referente, aportando con goles y jerarquía en el objetivo principal del club: ascender a la Primera División.
“Ahora estoy en Internacional de Palmira y es nuestra misión dejar a este equipo donde pertenece, que es la A”, aseguró. La frase demuestra su compromiso con el presente, sin dejar de lado la ilusión del futuro que lo vincula nuevamente con el América de Cali.
El paso de Johan Arango por América de Cali
Aunque breve, la experiencia de Johan Arango con América de Cali dejó huella. Hizo parte del plantel en una etapa difícil para la institución: el paso por la Segunda División. Allí jugó diez partidos, incluso un clásico en el que compartió cancha con su hermano Paulo Arango, otro exescarlata.
Él mismo recuerda esa etapa como un reto complejo. “América estaba en la B, jugué diez partidos con el equipo, jugué hasta un clásico junto a mi hermano Paulo. Pero era una institución muy grande, nadie quería verla en la B, hicieron un equipo de grandes. Estaban jóvenes, y los que se quedaran era poco lo que iban a jugar”.
La presión de la hinchada y las críticas, sumadas al nivel competitivo del plantel, llevaron a que su espacio fuera limitado. Por esa razón fue cedido a Uniautónoma, donde bajo la dirección de Willy Rodríguez encontró continuidad y la oportunidad de consolidarse como profesional.
Un futbolista con talento y carácter
La carrera de Johan Arango ha estado marcada por su talento innegable y también por momentos de altibajos. Sin embargo, hoy, desde una posición más madura, parece haber encontrado el equilibrio que le permite rendir dentro y fuera del campo.
Sus goles en la B, su liderazgo en Internacional de Palmira y sus palabras llenas de amor hacia América de Cali, lo muestran como un jugador dispuesto a seguir compitiendo y con la esperanza intacta de volver al club que considera su casa.
La ilusión de un regreso soñado
Para los hinchas de América de Cali, escuchar a Johan Arango hablar con tanta pasión por el equipo es un recordatorio de lo que significa el club para quienes han tenido el privilegio de defender su camiseta. Aunque su regreso hoy parezca lejano, el simple hecho de que mantenga viva la ilusión, lo conecta con la afición que valora a los jugadores que no olvidan su paso por el rojo.
Arango sabe que la decisión de un posible regreso no depende únicamente de él, pero no deja de soñar. “El tiempo de Dios es perfecto”, repite con fe, esperando que en algún momento se abra la posibilidad de volver a vestirse de escarlata.
América de Cali y la importancia de sus canteranos y exjugadores
La historia de América está llena de jugadores que, incluso tras salir del club, nunca lo olvidaron. Johan Arango es un ejemplo más de esa conexión inquebrantable. Su deseo no es aislado: responde a la grandeza de una institución que ha marcado a generaciones de futbolistas y que representa mucho más que un equipo de fútbol.
En medio de un presente complejo para el cuadro escarlata, historias como la de Arango sirven de inspiración y de muestra de lo que significa América de Cali en el corazón de sus exjugadores.