La reconstrucción del Deportivo Cali para la temporada 2026 avanza a paso firme, y una de las prioridades del proyecto es reforzar la portería, una posición que para Alberto Gamero se ha convertido en un punto crítico. El entrenador samario le ha manifestado a los directivos que necesita un arquero con recorrido, jerarquía y fiabilidad competitiva.
El análisis interno del club coincide: el arco fue una de las zonas más irregulares del proyecto 2025. Y aunque el canterano Alejandro Rodríguez cumplió en varios tramos, su ciclo como titular por obligación parece haber llegado al final.
El punto de partida: un arco que pide experiencia
En los últimos tres años, Alejandro Rodríguez, surgido de las divisiones menores verdiblancas, asumió una titularidad que no estaba pensada para él tan temprano. Esto ocurrió porque los distintos fichajes en la posición no lograron asentarse ni responder a las exigencias del Deportivo Cali. Rodríguez tuvo actuaciones destacadas en algunos tramos, pero también exhibió altibajos, algo comprensible para un arquero joven que ha llevado un peso demasiado grande en un club de la historia y exigencia del conjunto Azucarero.
Gamero, consciente del contexto y de la necesidad de subir el nivel competitivo, considera que el jugador debe buscar nuevos aires, crecer en otro entorno y liberar al equipo de una responsabilidad que no le corresponde. El DT quiere elegir, esta vez sí, al arquero de su gusto: un guardavallas consolidado, con personalidad y trayectoria en el Fútbol Profesional Colombiano, capaz de liderar desde atrás un proyecto que aspira a volver a los primeros planos.
Con ese propósito, Gamero tiene tres nombres sobre la mesa, todos con perfiles distintos pero con un común denominador: la jerarquía.
Álvaro Montero: el hombre de confianza absoluta
Entre las opciones, Álvaro Montero es el gran favorito del entrenador. A sus 30 años, el arquero guajiro vive un momento incómodo en Vélez Sarsfield, club al que llegó hace seis meses pero donde solo ha atajado dos partidos. Su entrenador, Guillermo Barros Schelotto, se ha decantado por el argentino Tomás Marchiori, una decisión que ha dejado relegado al colombiano y que le complica sus aspiraciones de llegar a la lista definitiva de Néstor Lorenzo para el Mundial 2026.
La relación entre Montero y Gamero es inmejorable. Juntos fueron campeones en Deportes Tolima y más tarde en Millonarios, construyendo no solo confianza deportiva sino una amistad genuina fuera del campo. Por eso, el técnico samario lo visualiza como su arquero ideal para comandar el arco del Deportivo Cali en su nuevo proyecto.
El gran obstáculo está en la parte contractual: Montero pertenece a Millonarios, club que lo cedió a Vélez con opción de compra. Si el guardameta decide salir de Argentina, la negociación deberá hacerse directamente con el conjunto Embajador, que no estaría dispuesto a reforzar a un rival directo en el mercado colombiano. Este panorama complica una posible llegada, aunque no la descarta por completo.
Éder Chaux: un arquero de técnica fina y lectura de juego
La segunda carta en la baraja es Éder Chaux, guardameta tolimense de 33 años que actualmente divide minutos en el Deportivo Independiente Medellín. Desde hace dos temporadas alterna entre titularidad y suplencia debido a la presencia, primero, de José Luis Chunga, y luego del uruguayo Washington Aguerre, quien muy seguramente seguirá un año más como portero principal del DIM.
Ese movimiento ha llevado a Chaux a replantear su continuidad. Por edad y recorrido, considera que está en un momento de su carrera en el que no desea seguir alternando. Quiere ser titular indiscutido y ve con buenos ojos un nuevo reto en el Fútbol Profesional Colombiano.
Gamero valora especialmente sus condiciones técnicas: es un arquero de muy buena ubicación, gran juego con los pies y sólida lectura de partido, características que encajan perfectamente en la idea ofensiva y de posesión del entrenador. Si el samario decide hacer el llamado, Chaux no dudaría en aceptar el proyecto del Deportivo Cali, donde sería protagonista desde el primer día.
Neto Volpi: la opción más polémica, pero viable
El tercer nombre que seduce al cuerpo técnico es Neto Volpi, arquero brasileño de 33 años que hoy milita en el Deportes Tolima. Hace un año era figura destacada del equipo pijao, pero una ruptura de ligamentos lo dejó fuera casi toda la temporada. Durante su recuperación, Tolima contrató al uruguayo Cristopher Fiermarín, quien se convirtió en uno de los mejores arqueros del FPC en 2025 y ha sido citado varias veces a la selección de Uruguay.
Ese escenario ha puesto en pausa el futuro de Volpi. Si Fiermarín sigue en Ibagué para 2026, el brasileño buscará un nuevo destino, pues no desea ser suplente la próxima temporada. Está abierto a escuchar ofertas, tanto en el país como en el exterior.
Volpi, campeón con América de Cali en 2019, dejó una conexión profunda con la hinchada escarlata. Por eso, si llega al Deportivo Cali, su fichaje sería una bomba mediática que sacudiría a ambas aficiones. Sin embargo, el entorno del arquero ya dejó claro que este factor no será un impedimento: si el Deportivo Cali lo busca, está dispuesto a negociar sin reparos. Para Gamero, Volpi es un perfil atractivo por su personalidad, presencia en el área y experiencia en clubes grandes.
Un arquero para liderar el nuevo Deportivo Cali
La carpeta está sobre la mesa, las necesidades están claras y el Deportivo Cali quiere evitar improvisaciones en una posición clave. Gamero apuesta por un arquero de jerarquía que le devuelva estabilidad al arco verdiblanco, una pieza que acompañe la reconstrucción deportiva y sume liderazgo en un camerino que tendrá muchos cambios para 2026.
Montero, Chaux y Volpi representan tres caminos distintos, pero todos cumplen con el requisito fundamental: experiencia, carácter y condiciones para convertirse en referencia del proyecto.
El club deberá ahora avanzar en las negociaciones y escoger al arquero que se convierta en la primera gran ficha de la nueva era Azucarera.
