Por obligación o porque era el plan de Niko Kovac, en Anfield Road se vio a un James Rodríguez retrasado en cancha. Priorizó la fase defensiva y ahí cumplió. El Bayern sacó un empate sin goles de la visita a Inglaterra.
Hasta allá fue para enfrentar a un Liverpool FC que pelea en los primeros lugares de la Premier League. Es uno de los equipos más efectivos del momento y ante eso, el plan del Bayern pasó por ser cauteloso. Le prestó más atención a las precauciones que debía tomar que a otra cosa.
James Rodríguez volvió a estar en los planes de arranque. Por quinto juego consecutivo hizo parte del 11 elegido por Niko Kovac. Estuvo en el mediocampo junto a Javi Martínez y Thiago Alcántara en esa labor de impedir el juego local, más que crear el propio. Eso quedó para Kingsley Coman, Serge Gnabry y Robert Lewandowski.
Fueron 87 minutos los que tuvo el colombiano en cancha. En ese tiempo, James Rodríguez corrió más de 11 kilómetros y logró 42 pases correctos, además de varias recuperaciones. Se le vio en más de una ocasión en área propia cortando las intenciones de Liverpool.
Weiterhin ein intensives Match. Die Anfield Road ist ruhig – man hört gerade nur die Bayern-Fans.
⚽️ #LFCFCB 0-0 (68′) pic.twitter.com/tcTMdw28C7
— FC Bayern München (@FCBayern) 19 de febrero de 2019
Salió y fue felicitado por Niko Kovac. Labor cumplida en 87 minutos cuando le dio paso a Renato Sanches. Esta vez estuvo lejos de los lujos, las asistencias y demás que lo destacan. Había otra tarea por delante. Esa también la cumplió.