Errar goles de manera reiterada, sobre todo ante Bolivia y Ecuador, es una de las críticas recientes a la Selección Colombia que perdió por tercera vez en los últimos 4 juegos.
Ojo al dato que resaltó @2010MisterChip: “Colombia antes de la final de la Copa América: 28 partidos seguidos sin perder con victorias ante Alemania, Brasil y España. Colombia a partir de la final de la Copa América: 2 victorias, 1 empate y 4 derrotas”. En esas caídas, tres de ellas se dieron en partidos en que el equipo no logró anotar: (Argentina, Bolivia y Ecuador).
Colombia antes de la final de la Copa América: 28 partidos seguidos sin perder con victorias ante Alemania, Brasil y España.
Colombia a partir de la final de la Copa América: 2 victorias, 1 empate y 4 derrotas.
Colombia no perdía 2 partidos seguidos desde febrero de 2022.
— MisterChip (Alexis) (@2010MisterChip) November 20, 2024
¿Es solo porque se están fallando muchos goles?
La derrota de la Selección Colombia ante Ecuador en Barranquilla (0-1) ha encendido las alarmas. Con tres caídas en los últimos cuatro partidos, el equipo nacional enfrenta un periodo de cuestionamientos sobre su desempeño. A simple vista, podría parecer que la falta de contundencia es el problema principal, pero una mirada más profunda revela que las dificultades van más allá de la definición.
En el reciente duelo ante Ecuador y en la visita a Bolivia (1-0), la Tricolor generó ocasiones claras que no logró concretar. Sin embargo, estas derrotas también dejaron expuestas fragilidades defensivas y errores puntuales que han sido determinantes. Se repiten y esto sugiere que el problema radica tanto en la falta de eficacia como en la gestión del juego en ambos extremos del campo.
Es cierto que en este lapso la Selección mostró su capacidad ofensiva al marcar 4 goles a Chile, 2 a Argentina y 2 a Uruguay, lo que evidencia que la contundencia no ha sido un problema constante. No obstante, la irregularidad para mantener un rendimiento equilibrado en los partidos genera una sensación de incertidumbre. Colombia tiene el talento para competir al más alto nivel, pero los momentos de desconexión y la incapacidad de sostener resultados favorables le están costando puntos importantes.
El desafío para el cuerpo técnico y los jugadores es encontrar el equilibrio entre ataque y defensa, además de trabajar en la concentración en momentos clave. La falta de contundencia puede explicar algunos resultados, pero no es el único problema. Si Colombia aspira a mantenerse en la lucha por un cupo al Mundial, debe ajustar sus falencias estructurales y potenciar la solidez mental para superar estos tropiezos. El tiempo apremia, y la Eliminatoria no da margen para errores reiterados.