Por ahora lo tienen para apagar el incendio. Duncan Ferguson, DT interino, quiere hacer más. Yerry Mina y sus compañeros del Everton recibieron un claro mensaje.
O invitación. En momentos de crisis los entrenadores suelen apelar al corazón. Trabajan desde la motivación y desde allí generan algún tipo de reacción. Si el mensaje hace efecto en el jugador la respuesta supone un revulsivo inmediato a la crisis.
Pues eso busca Ferguson, ídolo del Everton como jugador y quien ahora tiene la misión de dirigir al equipo, con carácter de interino. Quien quita. Tal vez en una de esas los resultados aparecen y el nivel del equipo mejora bajo su mandato.
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Yerry Mina, quien reapareció hace poco tras una lesión, recibió un mensaje de su nuevo entrenador. Él y todos aquellos que tengan más posibilidades para salir a defender los intereses del equipo en el campo de juego.
“Imagina si le pides a un aficionado que se ponga una camiseta y salte al campo, ¿qué haría? Necesitamos hacer eso”, reveló Ferguson como parte de esa charla motivacional con sus pupilos. Contó que se hablaron “algunas verdades” porque “el pasado no fue lo suficientemente bueno”.
A Duncan Ferguson (50 años) le corresponde sacar al Everton de la casilla 16 donde se encuentra, tras el descalabro que supuso en el club el paso de Rafa Benítez. El equipo corre el riesgo de caer en zona de descenso.
Aston Villa en Premier League y luego Brentford, por la FA Cup, son los partidos que marcarán la pauta para Ferguson. Los dos en condición de local, donde la presión de los aficionados puede ser un factor en contra o un motivo más para entender el porqué de las palabras utilizadas por el entrenador.
