Cuando se disputaban 16 minutos del compromiso, el juez central Ovidiu Alin Hategan señaló una falta a favor del cuadro francés. De inmediato el banco del contrario se levantó a protestar y Coltescu, que cumplía su rol como cuarto árbitro, se refirió a Demba Ba, jugador del cuadro turco como “the black guy”, que en español significa “ese negro”. El afectado respondió: ¿por qué tienes que referirte a mí como hombre negro? Nunca lo harías con un hombre blanco”.
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Por esa razón, el choque fue frenado durante media hora, en la que se intentó mediar entre ambas partes, pero ante la imposibilidad de un acuerdo, se tomó la decisión de suspenderlo. Pierre Webó, segundo entrenador del club de Estambul, fue quien denunció al referee por los insultos racistas, por lo que seguramente la Comisión de Control, Ética y Disciplina (CEDB), que es el órgano disciplinario de la UEFA, tomará acciones.
El Código Disciplinario del ente del balompié europeo dicta que ese tipo de situaciones acarrean sanciones de hasta una decena de juegos sin actuar. Así está escrito en el artículo 14: “Cualquier persona contemplada en el artículo 3 que insulte la dignidad humana de una persona o grupo de personas por cualquier circunstancia, incluyendo el color de piel, raza, religión, origen étnico, género u orientación sexual, incurrirá en una suspensión de, al menos diez partidos o un período específico de tiempo, u otra sanción apropiada”.