Eso fue antes del título de 2008. La afición todavía no había sufrido el golpe del descenso. Se tenían campañas irregulares pero también se peleaban cosas importantes. Ahí llegó la más reciente estrella que tiene el escudo de América de Cali. Pablo Armero hizo parte de ese equipo.
“No puedo olvidarme del 2008 para atrás porque era otro tipo de reclamo. Todos sabíamos que teníamos que rendir, pero hay formas de pedir eso”, recuerda Pablo Armero. Ahora que volvió se encontró con otro ambiente que, dice él, no le cae bien a nadie. Es algo que debería evitarse.
Pablo Armero habló sobre eso cuando le preguntaron si la afición se pasó en la forma de reclamar: “Hay que mirar la forma como se expresan (…).Hoy veo a la hinchada pidiendo con mucho irrespeto. Se ha perdido el aprecio y el cariño del hincha hacia el jugador y eso no puede ser”, dice.
Y agrega: “No hay nada más bonito que un jugador vea que su hinchada lo quiere. Eso ayuda a crecer más. Hay que revisarnos todos para ver qué es lo bueno y lo malo. Pero esa forma de exigir no es buena para nadie”, terminó diciendo Pablo Armero.