Cuando más lo estaban necesitando él y Millonarios, David Mackálister Silva volvió a brillar y de qué forma: ¡GOL y ASISTENCIA! De nuevo jugó en el nivel que se espera de él.
Sucedió en la goleada de Millonarios sobre Envigado (3-0). Allí volvió a ser titular y capitán, respondiendo a la confianza del DT Alberto Gamero con un rendimiento espectacular. Marcó un gol y asistió en otro, recordando a todos por qué su nombre es sinónimo de liderazgo y calidad en el equipo. Su actuación fue un respiro después de meses difíciles, ya que no anotaba desde el 17 de marzo y en todo el año solo había logrado un gol y un par de asistencias.
¡SÍ SEÑORESSSSSSS! ¡GOLAZO DEL 14, GOLAZO DE MACKA! 😮💨💙🔥⚽️🫡 pic.twitter.com/hR3HGeyg3t
— Millonarios FC (@MillosFCoficial) September 29, 2024
¡Qué nivel, Mackálister!
La ausencia en la titularidad en los últimos tres partidos fue un llamado de atención para él, pero las oportunidades siempre llegan. Se dio y supo aprovecharla con el corazón y la experiencia que lo caracterizan. La lesión de Daniel Cataño le abrió nuevamente las puertas en el 11 para este duelo en el Campín. Con su actuación dejó claro que a los 37 años sigue siendo una pieza fundamental para Millonarios. La entrega en cada jugada fue el reflejo de su compromiso inquebrantable con el equipo.
Con su gol, Mackálister llegó a 57 anotaciones con la camiseta de Millonarios, una cifra que enmarca no solo su calidad como jugador, sino su legado en el club. Este partido lo llevó a tal cifra, permitiéndole a la afición albiazul volver a ver su capitán en su máximo esplendor. Un encuentro así era lo que estaba esperando para retomar su mejor nivel y seguir guiando a Millonarios hacia nuevos triunfos.
La reflexión de Mackálister sobre su momento en Millonarios
– “Es un proceso en el que el tiempo, la maduración y sobre todo mi familia me han ayudado bastante. Uno tiene que entender, aceptar y poner por delante el equipo que lo personal. Creo que he sido consciente. Por eso la felicidad y las gracias a mi familia porque no han sido días como los queríamos. Lo importante es que el equipo se repuso. Creo que cuando uno no está y entra una persona que está muy bien, gana el equipo. Y cuando se aprende a tener la madurez de entender que el equipo está por encima de uno, se disfruta. De buena manera, disfruté estar afuera, ver las cosas desde ahí, volver a luchar por el puesto. Lastimosamente retomo no de la manera que quisiera porque por delante está la salud de un compañero (Daniel Cataño). Hoy le doy gracias a Dios y a mi familia porque me tiene en un momento en el que sé entender las cosas. Al profe le dije que era así y que supiera que aceptaba y afrontaba todo porque el equipo está por encima”.