What If: ¿Y si hubiera sido gol de Yepes?


¡Llega un nuevo What If! Y hacemos volar nuestra imaginación, esta vez recordamos una historia épica, dramática y triste. ¿Qué hubiese pasado si el gol de Yepes era convalidado? ¿Seríamos campeones del mundo?

Fútbol, vida, pasión, muerte, tristeza; este deporte lo tiene todo. Desde una apoteósica celebración hasta la picardía por una mano “tramposa”, la desconcertante nostalgia de un hombre que, al escuchar su himno, rompe en lágrimas en la previa de un partido, hasta la infame muestra política de una manera gracias a un drone. Todo, absolutamente todo, está envuelto en el fútbol.

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Pero ¿Qué sucede con los sueños rotos? ¿Olvido? No, la fantasía persiste en la mente de los protagonistas: “¿Y si hubiera definido por abajo?”, “¿Y si dejaba continuar la jugada?”, “¿Y si la picaba y no reventaba el arco?” “Y si, y si, y si…” ¡Y SI HUBIERA SIDO GOL DE YEPES!

Era el minuto 65, el tiempo presionaba a los nuestros que veían el marcador caer por la mínima diferencia ante Brasil. Un tiro libre desde la lateral tenía en vilo a los locales, que se movían nerviosos. La ofensiva colombiana era inevitable. La zurda dorada de James impactó el esférico, el balón cayó como una bomba en pleno punto del penal. 

Camisetas rojas y amarillas saltaban por él con total furia, pero la poca técnica relució en un sin fin de rebotes. 

Primero, la espalda de David Luiz, luego Cristian Zapata en el suelo, Adrián Ramos que le erraba al balón, la salida de Julio César que se chocaba con la envergadura de Zapata y mandaba manotazos al aire esperando por un milagro que rechazara el balón. Todo mientras la esférica revoloteaba a los pies de nuestro “Mesías”, el hombre con el look de Cristo. Don Mario Alberto Yepes impactó el balón con el empeine de su pie derecho y, al verlo caer entre el sin fin de rebotes, este se acurrucó en las redes de la portería brasileña. 

El gol se consumaba, los jueces se dirigieron al centro del campo, el 1-1 había caído y la mitad del estadio explotaba; la otra restante, celosa, se comía las uñas, mordía sus labios y maldecía:

¡ERA GOL DE YEPES!

Todo era locura, uno de los goles más gritados de toda la historia. Al minuto 66, Colombia colocaba el 1-1. Entre discusiones, celebraciones y cambios, el partido se reanuda cuando el reloj marcaba los 67 minutos… (y aquel tiro libre, del 2-0, en nuestra línea temporal, se esfuma entre la neblina de un recuerdo que parecía lejano: “los pequeños detalles”).

Los siguientes minutos pasaron entre el nervio de Brasil y el coraje colombiano. Era la historia la que estaba en juego. El minuto 76 arribó, la tricolor era un imán para los rebotes. Uno de ellos, al borde del área, terminó en la zurda del “10”. Este, con total ingenio, filtró el balón entre los centrales Thiago Silva y David Luiz,  volvían a quedar retratados de cara a la diagonal de Carlos Bacca, que se metía desde la lateral derecha del área.

Con un toque sutil, intentaba regatear a Julio Cesar, quien con desesperación lo barría:

¡PENAL, PENAL PARA COLOMBIA!

¿No hay nada más silencioso que un estadio vacío? Pues aquel Castelao estaba mudo, se escuchaban los latidos, algunos de miedo, otros de expectativa. Hasta que el héroe del mundial, el niño dorado, la zurda de Dios, encajó su sexto gol. El 1-2 de Colombia era un hecho, era el momento, el partido más importante de la historia, la victoria más significativa estaba al caer.

“Colombia, Colombia, vamos vamos, Colombia”. Los cánticos caían desde las tribunas mientras Teo salía del campo, dándole ingreso a Alex Mejía. Pékerman colocaba el bus, lo que nunca antes había hecho: formar el equipo más defensivo posible para proteger la ventaja.

El asedio de Brasil no paró, Neymar lo intentaba desde media y larga distancia, pero no había forma posible de lograrlo. Colombia era semifinalista de la Copa del Mundo y por primera vez en la historia jugaría 7 partidos en el mundial.

Así se despedía Neymar entre llanto, y Cuadrado y Zúñiga lo consolaban, mientras James era nombrado “Player of the Match”. Ahora Alemania, la gran Alemania que se había preparado durante 8 años para ser campeona, era la rival de la Selección en semis de Brasil 2013.

¿Y qué hubiese pasado si Colombia hubiese jugado aquella semifinal? 

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