No fue solo un futbolista, fue un ejemplo de compromiso, talento y amor por una camiseta. Luka Modric confirmó su salida del Real Madrid tras 13 años que lo convirtieron, sin discusión, en una de las máximas leyendas del club blanco. Su contrato no será renovado y el partido ante Real Sociedad será su último en LaLiga. Aún queda el Mundial de Clubes como su despedida oficial.
El mediocampista croata, que llegó en 2012 procedente del Tottenham Hotspur, transformó cada minuto en el campo en una lección de fútbol. Con 590 partidos, 43 goles, 96 asistencias y 28 títulos, se va como el jugador más ganador en la historia del Real Madrid. Pero lo que hizo Modric trasciende los números: su legado está escrito en el alma del madridismo.
Una llegada silenciosa, una era inolvidable para Real Madrid
Cuando aterrizó en Madrid, muchos dudaban de su fichaje. Procedente del Tottenham, su adaptación no fue inmediata. Sin embargo, su fútbol empezó a hablar pronto. Con elegancia, visión y una inteligencia táctica poco común, Modric fue ganando espacio hasta convertirse en el cerebro del equipo.
Su asociación con Toni Kroos y Casemiro fue el pilar de una generación irrepetible, capaz de dominar Europa durante una década. Desde ese centro del campo, Modric construyó cada jugada con precisión quirúrgica. Nunca necesitó ser protagonista en los medios. Su grandeza se notaba en el césped.
Luka Modric en Real Madrid: números que impresionan, pero no lo explican todo
A lo largo de sus 13 temporadas, Luka Modric disputó 590 partidos oficiales, una marca solo al alcance de los históricos. Anotó 43 goles y asistió en 96 ocasiones, muchas de ellas en partidos trascendentales.
Pero lo suyo no fueron los récords individuales, sino el impacto colectivo que generó. Fue quien regulaba el ritmo, quien daba equilibrio, quien sostenía la calma cuando el Bernabéu más lo necesitaba. Su influencia fue constante, incluso en los últimos años, cuando con humildad aceptó un rol secundario.
28 títulos, el más ganador en 123 años de historia de Real Madrid
Ningún jugador en la historia del Real Madrid ha levantado más trofeos que él. Luka Modric ganó 28 títulos, convirtiéndose en el futbolista más laureado del club. Su palmarés es tan impresionante como completo:
- 6 Champions League
- 6 Mundiales de Clubes
- 5 Supercopas de Europa
- 4 Ligas de España
- 2 Copas del Rey
- 5 Supercopas de España
Cada copa alzada llevó su huella. Su capacidad de mantenerse en el máximo nivel durante más de una década fue clave para que el club siguiera siendo protagonista tanto en España como en Europa.
El año que lo cambió todo: Balón de Oro 2018
En 2018, Modric firmó un año tan inolvidable como justo: ganó su tercer Champions consecutiva con el Madrid y lideró a Croacia hasta la final del Mundial de Rusia. El resultado fue inevitable: Balón de Oro, convirtiéndose en el primer jugador desde 2007 en romper la hegemonía Messi-Cristiano.
Ese reconocimiento no fue solo por sus estadísticas. Fue un homenaje al mediocampista total, al que jugaba por y para el equipo. Al que no se rendía. Al que, a sus 33 años, dominó el fútbol mundial con clase, sacrificio y una inteligencia que desbordaba.
Una despedida sin escándalos, solo gratitud
A diferencia de muchos otros grandes nombres, Modric se va como vivió: con perfil bajo y respeto absoluto. No hubo exigencias, ni declaraciones altisonantes. Solo un último servicio al club con la mira puesta en el Mundial de Clubes. Luego, se despedirá.
Para muchos aficionados del Real Madrid, Modric representa lo que todo futbolista debería ser: profesional, entregado, humilde y competitivo. Fue líder sin levantar la voz, referente sin buscar reflectores, leyenda sin buscar títulos personales.
Modric ya es eterno en el Real Madrid
El croata se va, pero su historia queda grabada en el corazón del Santiago Bernabéu. Su dorsal, su rostro, su estilo y su elegancia ya forman parte del ADN blanco. Cada pase, cada recuperación, cada vez que pidió el balón en momentos difíciles, dejó un testimonio de grandeza.
Modric no solo ganó trofeos. Ganó respeto. Ganó amor. Ganó eternidad. Por eso, cuando se hable de leyendas del Real Madrid, su nombre estará siempre al frente. Porque su historia merece ser contada una y otra vez.