El club merengue lo intentó todo para adelantar su partido ante el Alavés y llegar con mejores condiciones al duelo decisivo frente al Arsenal, pero LaLiga se negó a colaborar. En Valdebebas sienten que, otra vez, el calendario los castiga.
Mientras los otros siete equipos clasificados a los cuartos de final de la Champions League jugarán sus respectivos partidos ligueros el sábado, el Real Madrid lo hará el domingo a las 16:15 ante el Deportivo Alavés, siendo el único club Champions con un día menos de preparación. La situación ha encendido nuevamente la tensión entre el club blanco y las autoridades del fútbol español.
El Real Madrid pidió el cambio, pero LaLiga no accedió
Según reveló Cadena SER, el Real Madrid intentó de manera formal adelantar el encuentro al sábado 12 de abril. Primero, se comunicó con el Alavés, que no tuvo inconveniente en acceder al cambio. Luego, el club envió un correo a LaLiga en el que explicaba sus motivos con claridad:
“Este encuentro se sitúa estratégicamente entre los partidos que disputamos contra el Arsenal en los cuartos de final de la Liga de Campeones […] Adelantar el partido nos permitiría disponer de más margen para preparar adecuadamente tanto ese compromiso como el decisivo encuentro del miércoles 16”.
Pese a los argumentos, LaLiga rechazó la solicitud alegando que fue presentada fuera del plazo reglamentario.
Perjudicado en comparación con el resto de cuartofinalistas
La molestia del Madrid se intensifica al comparar su caso con el del resto de equipos que siguen vivos en la Champions. Todos los demás jugarán el sábado, ganando 24 horas más de descanso. Incluso clubes como el PSG lograron que su liga pospusiera el partido, dándole un día extra de preparación.
El Real Madrid, en cambio, tendrá que afrontar tres días justos de recuperación, luego de su partido ante el Arsenal el martes pasado. Esta decisión de LaLiga dificulta la planificación física y táctica del equipo blanco, que se juega el pase a semifinales en el Santiago Bernabéu.
En Valdebebas consideran que es un patrón repetido
En la interna del club blanco no se trata de un hecho aislado. Ya han manifestado en varias ocasiones su incomodidad con los horarios impuestos por LaLiga, que priorizarían acuerdos comerciales por encima del rendimiento deportivo de los clubes.
El Madrid considera que los intereses económicos de la patronal se imponen sobre la lógica competitiva, algo que no solo les afecta a ellos, sino que también perjudica al fútbol español en su conjunto. Una clasificación merengue en Champions sumaría puntos importantes para el coeficiente UEFA del país, lo que podría aumentar el número de participantes en futuras ediciones del torneo.
Un calendario cada vez más insostenible
Este nuevo desencuentro con LaLiga reaviva la tensa relación institucional entre el Real Madrid y los organismos del fútbol español. Entre arbitrajes polémicos, decisiones federativas y ahora calendarios adversos, la dirigencia blanca siente que no hay voluntad de proteger ni potenciar al club que más representa al fútbol español en Europa.