Junior cerró uno de sus peores semestres del siglo XXI y son varios a los que señalan como culpables. ¿Bolillo quedó eximido?
Si se pensaba que el segundo semestre de 2022 había sido malo es porque todavía no había llegado el primero de 2023. Antes, por lo menos, el Junior de Barranquilla clasificó a finales. Ahora ni eso. Lo que empieza mal suele terminar mal y la realidad es que el elenco rojiblanco siempre estuvo remando contra la corriente. Quedó cerca de avanzar pero jugó para no hacerlo. Si llegó a estar dentro de los ocho es por la irregularidad de los rivales.
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La directiva tiene la mayor cuota de responsabilidad. Le dieron las llaves del proyecto al técnico equivocado, que armó una nómina su antojo y después no supo cómo gestionarla. Arturo Reyes, quien sólo sacó 6 puntos en las diez priemera jornadas del campeonato, dejó una herencia nefasta que trajo problemas de todo tipo: físicos, disciplinarios y técnicos. De sus refuerzos solamente Edwin Herrera y Vladimir Hernández funcionaron.
Los refuerzos que llegaron a Junior este semestre la mano de Arturo Reyes:
• Andrey Estupiñán.
• Federico Andueza.
• Amaury Torralvo.
• Iván Scarpeta.
• Léider Berrío.
• Brayan León.
• JF Quintero
• Vladimir Hernandez.
• Edwin Herrera. pic.twitter.com/lXaeTi0cgK— SoloJunior (@SOLO_JUNIOR) May 18, 2023
Juanfer Quintero, quien llegó como contratación estrella, ni siquiera pudo jugar durante la gestión de Hernán Darío Gómez. Fue el mejor mientras estuvo presente pero al club tampoco le sirve tenerlo lesionado. Otro de los referentes que se rajó fue Carlos Arturo Bacca: un gol en veinte partidos es una estadística digna de un delantero flojo tirando a malo y no de un tricampeón europeo. Su relación con el DT termina rota.
Y muy atrás en la lista negra está el Bolillo Gómez. Para la mayoría es el menos culpable pues logró 22 puntos de 30 posibles. Sacó a Junior del último puesto y lo dejó a nada de clasificarse. Eso sí: ahora armará su combo y no tendrá excusas. Nadie podrá sacarle responsabilidad de lo que suceda a partir de hoy.
