El PSG está a un solo paso de conquistar el título que ha perseguido por años: la UEFA Champions League. El rival en la final será Inter de Milán, un equipo con peso histórico y tradición europea, pero el conjunto parisino llega con viento a favor. No solo por el nivel mostrado en la competición, sino también por una serie de antecedentes y datos estadísticos que alimentan la ilusión de un primer título continental.
La final se disputará en el Allianz Arena de Múnich, un escenario lleno de simbolismo y buena vibra para los debutantes en finales europeas. A eso se suma el gran récord de Luis Enrique en partidos decisivos, el contexto histórico de clubes franceses contra italianos y un curioso paralelo con la única Champions que ganó el técnico español. Cuatro datos que permiten al PSG soñar en grande.
1- Luis Enrique, casi invencible en finales a partido único
El actual entrenador del PSG, Luis Enrique, tiene un historial envidiable en finales jugadas a partido único. De las 10 que ha dirigido en su carrera, solo ha perdido una: la final de la Liga de Naciones 2021 con la Selección de España, en la que cayó ante Francia por un polémico gol de Kylian Mbappé, validado pese a un aparente fuera de juego. Curiosamente, ese encuentro se disputó en San Siro, estadio del Inter, el rival que tendrá en esta final de Champions.
El resto de finales a partido único terminaron con victoria para el técnico asturiano. Ya lo logró con Barcelona en la Champions League 2015, además de Supercopas y Copas del Rey. A doble partido, su único revés fue en la Supercopa de España 2016 ante el Real Madrid. Este récord lo posiciona como un técnico confiable para momentos clave, con experiencia en la presión y la capacidad táctica para resolver en instancias definitivas.
2- El Allianz Arena, tierra fértil para nuevos campeones de Champions League
El escenario también parece jugar a favor del PSG. El Allianz Arena, sede de la final de esta edición de la Champions League, ha sido históricamente un lugar en el que los equipos han levantado su primera Orejona. Cada vez que se ha disputado una final europea en ese estadio (o en Múnich, en general), ha terminado coronándose un nuevo campeón.
Los antecedentes hablan por sí solos: el Nottingham Forest en 1979, el Olympique de Marsella en 1993, el Borussia Dortmund en 1997 y el Chelsea en 2012. Todos ganaron su primera Champions en suelo bávaro. El PSG, que disputa su segunda final, podría unirse a esa lista si logra vencer al Inter. Múnich, una vez más, podría ser el lugar donde se escribe una nueva página en la historia del torneo.
3- Un antecedente favorable en finales de Champions entre un equipo francés y uno italiano
Otro dato que juega a favor del conjunto parisino está en la historia de las finales entre equipos franceses e italianos. La única vez que un club francés levantó la Champions League fue en 1993, cuando el Olympique de Marsella venció al AC Milan. En ese entonces, el fútbol francés logró imponerse sobre uno de los equipos más temidos del continente, y el contexto vuelve a repetirse más de tres décadas después.
Aunque el Inter llega con una plantilla sólida y la experiencia de haber disputado la final en 2023, la historia pone un guiño al PSG. El recuerdo de Marsella puede ser inspiración para los de Luis Enrique, que buscan convertirse en el segundo club francés en ganar la máxima competición europea y romper con una espera que se ha hecho larga desde su primera final en 2020.
4- Luis Enrique ya sabe lo que es ganar una Champions en Alemania y ante un italiano
Hay un detalle más que alimenta la fe de los hinchas del PSG. La única vez que Luis Enrique dirigió una final de Champions League terminó en victoria. Fue en 2015, al frente del FC Barcelona, cuando venció 3-1 a la Juventus en el Estadio Olímpico de Berlín. Es decir, el entrenador español ya sabe lo que es levantar la Orejona en territorio alemán y, además, lo hizo contra un equipo italiano.
Ese antecedente tiene una doble coincidencia con lo que enfrentará ahora: Alemania como escenario y un club de la Serie A como rival. Aquel título fue parte de una histórica temporada de triplete para el Barça y dejó claro el manejo de Luis Enrique en contextos de alta presión. Para muchos, es un símbolo de lo que podría repetirse ahora en París, donde se confía en que el estratega vuelva a marcar la diferencia en el día más importante.
PSG, con historia y estadísticas de su lado
El PSG no solo llega con una plantilla potente y ambición renovada. También lo acompañan las señales del pasado: un entrenador experto en finales, un estadio que ha sido talismán para nuevos campeones, un precedente favorable entre franceses e italianos y una historia personal que une a Luis Enrique con el éxito en la Champions. El Inter no será un rival fácil, pero el contexto alimenta el sueño del club parisino. El 2025 podría ser el año en el que se termine la espera. Y si la historia cuenta algo, es que hay razones para creer.