El veterano volante terminó lesionado al final del semestre pasado y dejó un espacio que en América no se ha podido llenar.
En el último partido del semestre pasado, América de Cali recibía una dura noticia y es que uno de los jugadores más importantes de la nómina se había lesionado de gravedad por una jugada desafortunada donde el guayo se le enredó en los cordones de su rival, por lo que estaría en departamento médico durante la segunda parte del año.
+ Guimarães y el “crecimiento palpable en los jugadores y el estado físico”
El hombre en cuestión es Luis Alejandro Paz, quien ya venía arrastrando un problema de uno de sus tobillos que no le permitían estar al 100%. Más allá de eso, el bogotano era pieza clave para lo que quería armar el técnico Alexandre Guimarães y era de los pocos que quedaban de la primera etapa del brasileño en el plantel.
Con esta baja, el DT tuvo que que planificar el resto de la temporada, contando únicamente con un jugador similar en el plantel: Didier Pino, volante de marca que ha recibido pocas oportunidades en el cuadro caleño y que al comenzar la competencia sigue sin recibirlas, pues parece ser que no es del agrado del técnico.
Guima ha puesto en esa zona a Kevin Andrade, un defensa central que no termina de rendir en su totalidad, o cuando ha querido corregir, juega con un doble 5 en la mitad juntando a Sierra con Portilla. La otra opción que es el juvenil Pedro Bravo también está lesionado, por lo que se siente la ausencia de Paz, que brindaría el equilibrio que necesita el equipo en un dibujo táctico que ya ha comenzado a prosperar.
Volverá hasta el próximo año, por lo que el técnico tendrá que confiar en Pino, seguir insistiendo con Andrade, o dejar un espacio vacío y crear un nuevo dibujo donde Portilla sea cabeza de área.