Deportivo Cali comienza a mover sus fichas para estructurar un 2026 que será determinante en su lucha por la permanencia. Tras varios torneos con rendimientos insuficientes, el club —ahora con respaldo económico del nuevo grupo inversor— trabaja para armar una plantilla más competitiva, asegurar continuidad en sus piezas clave y reforzar posiciones estratégicas para el proyecto de Alberto Gamero.
Cali ya negocia con Águilas por un defensor clave
Uno de los pocos jugadores que dejó sensaciones positivas durante el semestre fue Joaquín Varela, zaguero uruguayo que ha mostrado solvencia desde su llegada al fútbol colombiano. El defensor, con pasado en Independiente Medellín e Instituto de Córdoba, actúa actualmente en condición de préstamo en el conjunto azucarero, vínculo que expira el 31 de diciembre de 2025.
Sin embargo, ante la insistencia de Gamero y el buen rendimiento del futbolista, el club caleño ya entabló negociaciones con Águilas Doradas, dueño de su pase, con el objetivo de extender la cesión hasta diciembre de 2026, incluyendo una opción de compra. La intención de ambas partes es llegar a un acuerdo, considerando que el jugador desea continuar y el Cali lo considera una pieza imprescindible en la reconstrucción del equipo.
Tal como informó el periodista Mariano Olsen, la oferta formal ya fue enviada:
“Deportivo Cali presentó oferta formal a Águilas Doradas para extender el préstamo del zaguero uruguayo Joaquín Varela hasta diciembre de 2026, con opción de compra”.
En su primer semestre con el Cali, Varela disputó 20 partidos, siendo uno de los más regulares del plantel, pese a no registrar goles ni asistencias. Su continuidad es vista como un punto de partida para el plan de refuerzos del club, que también deberá revisar la situación contractual de otros nueve jugadores que finalizan vínculo próximamente.
Un 2026 decisivo para el Deportivo Cali
El panorama competitivo para el Cali en 2026 será complejo debido al sistema del descenso en Colombia, que se basa no solo en la última campaña, sino en el rendimiento de los últimos tres años. Esto implica que el efecto de los torneos recientes seguirá pesando en el promedio, obligando al club a tener dos semestres sólidos para alejarse del riesgo.
El cuerpo técnico encabezado por Alberto Gamero apunta a que el equipo no solo compita, sino que logre meterse en los ocho, evitando sufrimientos innecesarios hacia el final del año. Con el impulso económico del grupo inversor, el optimismo regresa a la afición caleña, que espera ver un proyecto claro, competitivo y con una identidad renovada.
El primer paso está en marcha: retener a su zaguero internacional y asegurar, desde la base defensiva, el punto de partida del nuevo Deportivo Cali que busca estabilidad y protagonismo en la Liga BetPlay y en el fútbol colombiano.







