El Gobierno colombiano sancionó la Ley 2445 de 2025, una reforma que moderniza el régimen de insolvencia en el país y ofrece mayores facilidades a quienes enfrentan dificultades económicas. Con estas modificaciones, más personas podrán acogerse a este proceso para reorganizar sus finanzas y evitar embargos o medidas que afecten su estabilidad.
El objetivo es resolver la situación de deuda mediante dos posibles caminos: un acuerdo de pago negociado con los acreedores, o, en caso de no lograrse, la venta de los activos del deudor para cubrir las obligaciones.
¿Qué cambia con la nueva ley de insolvencia en Colombia?
La reforma ajustó los artículos 531 a 576, optimizando los procedimientos para deudores en crisis. Entre las modificaciones clave se incluyen:
- Mayor acceso para pequeños comerciantes: Ahora pueden acogerse a la insolvencia aquellos con activos inferiores a 1.000 salarios mínimos mensuales vigentes, sin necesidad de cumplir todos los requisitos del artículo 19 del Código de Comercio.
- Reducción del porcentaje de mora exigido: Antes, se requería que la deuda en mora representara el 50 % de las obligaciones del solicitante. Con la reforma, este requisito se reduce al 30 %, facilitando el acceso al proceso antes de que la situación económica se agrave.
- Gratuidad en asesoría jurídica: Algunos deudores podrán acceder al trámite de insolvencia sin costos si acuden a consultorios jurídicos de facultades de derecho o entidades públicas habilitadas.
Beneficios clave para los deudores
Con la implementación de la Ley 2445 de 2025, las personas en situación de insolvencia podrán acceder a ventajas que buscan su recuperación financiera:
- Suspensión de embargos y descuentos de nómina: Una vez aceptado el proceso de insolvencia, se detendrán las ejecuciones judiciales y retenciones salariales, salvo en obligaciones alimentarias.
- Regulación de llamadas de cobro: Las entidades financieras no podrán realizar llamadas insistentes o mensajes repetitivos para exigir pagos, evitando el acoso a los deudores.
- Protección laboral: Se prohíbe a los empleadores tomar represalias contra trabajadores que ingresen al proceso de insolvencia, garantizando su estabilidad laboral.
- Acceso sin necesidad de bienes embargables: Anteriormente, si el deudor no poseía bienes susceptibles de embargo, no podía acogerse al régimen. Ahora, cualquier persona endeudada podrá solicitar el beneficio sin este requisito.
¿Cómo acogerse a la insolvencia?
Para iniciar el proceso, la persona debe presentar una solicitud detallando sus deudas, bienes y causas de la situación financiera. Posteriormente, se desarrollan dos etapas:
- Negociación de deudas: Se busca alcanzar un acuerdo con los acreedores para definir un plan de pago viable.
- Liquidación patrimonial: Si no se logra un acuerdo o hay incumplimiento, se procede a la venta de los activos para cubrir las obligaciones pendientes.
Con esta reforma, el Gobierno busca ofrecer mayor protección a los deudores y garantizar mecanismos más ágiles para superar crisis financieras sin caer en procesos judiciales prolongados o prácticas abusivas de cobro.