La reforma pensional en Colombia trae transformaciones estructurales en el acceso a la pensión para mujeres, con un enfoque de equidad de género. Uno de los cambios relevantes es la reducción progresiva de las semanas mínimas de cotización exigidas a ellas para pensionarse.
Esta medida forma parte del nuevo modelo de pilares que regirá el sistema pensional colombiano y que comenzará a implementarse el 1 de julio de 2025. Desde esa fecha, las mujeres verán una disminución gradual en el número de semanas requeridas hasta llegar a las 1.000 semanas en 2036, frente a las 1.300 que exige la normativa actual.
Reducción de semanas de cotización para las mujeres: ¿Cuándo inicia y cómo se aplicará?
A partir del 1 de julio de 2025, las mujeres en Colombia comenzarán a beneficiarse de una reducción escalonada en las semanas necesarias para acceder a la pensión. Este cambio es parte del enfoque diferencial adoptado por la nueva legislación y busca facilitar el acceso a la pensión para miles de mujeres que históricamente no alcanzaban las 1.300 semanas exigidas.
En el primer año de implementación, es decir, desde julio de 2025, el requisito bajará a 1.275 semanas. A partir de allí, se reducirá 25 semanas por año, de forma progresiva, hasta alcanzar el nuevo mínimo de 1.000 semanas cotizadas en 2036. Este ajuste no modifica la edad de pensión para las mujeres, que sigue siendo de 57 años, pero mejora las condiciones de acceso, reconociendo las dificultades que muchas mujeres enfrentan para mantenerse activas en el mercado laboral formal por largos periodos de tiempo.
Cambios en el sistema pensional: nuevo esquema de pilares
El nuevo sistema pensional colombiano funcionará bajo un modelo de pilares que clasifica a los cotizantes según su capacidad de pago e ingresos. Uno de los cambios clave es que todos los trabajadores estarán afiliados a Colpensiones, aunque dependiendo del salario, una parte de la cotización podrá ir también a fondos privados.
Las personas que ganen hasta 2,3 salarios mínimos legales mensuales vigentes (SMLMV), equivalentes a aproximadamente $3.274.050 en 2025, cotizarán el 16% de su ingreso directamente en Colpensiones. Quienes superen ese umbral, aportarán el 16% del salario base a Colpensiones y el 13,2% del excedente será canalizado a una Administradora de Fondos de Pensiones (AFP) de libre elección, como Porvenir, Protección, Colfondos o Skandia.
Este rediseño busca mejorar la sostenibilidad del sistema y ampliar la cobertura, garantizando al mismo tiempo una pensión más equitativa. La organización por pilares incluye: contributivo, solidario, semicontributivo y de ahorro individual voluntario.
Así funcionará cada pilar del nuevo modelo pensional
El pilar contributivo está dirigido a todos los afiliados al sistema, incluyendo trabajadores dependientes, independientes, servidores públicos y personas con capacidad de pago. A través de este pilar, los aportantes pueden acceder a pensiones por vejez, invalidez o sobrevivencia. Este pilar se divide a su vez en un componente de Prima Media (administrado por Colpensiones) y un componente de Ahorro Individual Complementario (administrado por AFPs).
El pilar solidario, por su parte, beneficiará a quienes se encuentren en situación de pobreza o vulnerabilidad, y a quienes tengan una pérdida de capacidad laboral igual o superior al 50%. Este componente garantiza una renta básica para personas que no lograron cotizar lo suficiente o no pudieron vincularse al sistema de manera formal.
En el pilar semicontributivo se incluirán personas que, aunque cotizaron durante su vida laboral, no alcanzaron el número mínimo de semanas requeridas para una pensión. A estos beneficiarios se les asignará una renta vitalicia proporcional al ahorro acumulado, con el respaldo del Estado.
Finalmente, el pilar de ahorro voluntario está pensado para quienes desean mejorar su pensión futura mediante aportes adicionales al sistema. Este componente es totalmente opcional y flexible, permitiendo a las personas construir un fondo de retiro superior al que otorgan los pilares obligatorios.
Una reforma con enfoque de género y mayor equidad
La reducción a 1.000 semanas cotizadas para las mujeres no solo es un alivio financiero, sino también un reconocimiento institucional al rol que han desempeñado históricamente. Esta reforma busca cerrar la brecha pensional de género y promover un sistema más justo. Con su entrada en vigor el 1 de julio de 2025, Colombia inicia una transformación importante en el modelo de seguridad social, centrado en la inclusión, la sostenibilidad y el reconocimiento de realidades laborales diversas.