El partido entre Millonarios y Atlético Nacional en el Campín dejó un episodio que encendió tanto el ánimo de los hinchas como la polémica en el campo de juego con el festejo de Marino Hinestroza.
Tras marcar el gol del empate parcial (1-1) hizo una celebración que no pasó desapercibida. Con apenas 22 partidos jugados en el equipo y tres goles en su cuenta, Hinestroza utilizó este tanto para expresar su emoción con un festejo tan efusivo como polémico. Se dio minutos después de haber recibido insultos (al parecer racistas) desde otra de las tribunas del estadio, por los que el partido estuvo detenido un par de minutos.
El gol y el festejo de Marino Hinestroza (Win Sports)
🟢🔥¡Buena jugada armó el conjunto ‘Verdolaga’ y marcó Marino Hinestroza! ¡Nacional empató el compromiso 1 a 1 con Millonarios#LALIGAxWIN pic.twitter.com/SySaJDYWVb
— Win Sports (@WinSportsTV) November 30, 2024
Marino Hinestroza se dirigió al costado noroccidental del estadio. Allí, con el banderín de tiro de esquina de fondo y los colores azul y blanco en él, Marino realizó su característico gesto de pescador y, para cerrar la escena, simuló limpiarse la boca con el banderín. Este último detalle fue considerado una provocación y le valió la amonestación por parte del árbitro, una tarjeta amarilla que agregó tensión al ambiente de un clásico ya de por sí vibrante.
El impacto de su celebración va más allá de lo ocurrido en los minutos del partido. Para los seguidores y algunos futbolistas de Millonarios, fue una falta de respeto que exacerbó las emociones en un juego que ya tenía un ambiente caldeado. La línea entre pasión y provocación se volvió a cruzar en el fútbol colombiano, recordando que los gestos también tienen un impacto directo en la percepción de los jugadores y equipos.
MARINO 🤪🔥💚 pic.twitter.com/rjFRmbuaMs
— Atlético Nacional (@nacionaloficial) November 30, 2024
El gol de Hinestroza y su posterior festejo reflejan el momento emocional y competitivo que vive el jugador. Con tres anotaciones en 22 apariciones, su peso en el equipo va en ascenso, y su capacidad para aportar en momentos clave como este será determinante en el futuro inmediato de Atlético Nacional. Sin embargo, este episodio también abre el debate sobre los límites de las celebraciones en el fútbol y cómo estas, más allá de expresar alegría, pueden influir en el desarrollo y percepción de los partidos.