Los pagos del Seguro Social están destinados principalmente a cuatro grupo de personas. Uno de ellos es el de los jubilados, esto es, personas que cumplen con los requisitos para dejar de trabajar y poder recibir este cheque del Estado. En este caso, los requisitos son básicamente dos: La edad a la que pueden retirarse y los años cotizados al Estado. En el caso de los años, el Estado permite tres opciones: A los 62 años, entre los 66 y los 67 años y a los 70 años. Depende del trabajador sopesar qué le viene mejor.
También cubre gastos para cónyuges y familias de sobrevivientes. Y finalmente, para personas que cuentan con algún tipo de incapacidad que no les permite trabajar. En cualquiera de los casos, se trata de un pago necesario porque se trata de personas que ya no tienen acceso a un salario. Sin embargo, en el caso de las personas con algún tipo de incapacidad, el Seguro Social distingue dos programas de pagos:
- El Seguro por Incapacidad del Seguro Social (SSDI). Está ligado a su historial laboral. El SSDI le paga beneficios a usted y a ciertos miembros de su familia si usted:
- Tiene una incapacidad.
- Trabajó suficientes años para calificar y pagó impuestos del Seguro Social durante los años que trabajó.
- El Programa de Seguridad de Ingreso Suplementario (SSI). No requiere que cuente con historial laboral. El SSI le brinda dinero para cubrir sus necesidades básicas como comida, ropa y vivienda, si usted tiene 65 años o más o tiene una incapacidad.
Conseguir una revisión si no te han concedido el pago del Seguro Social
Para beneficiarse de los pagos de la Administración del Seguro Social (SSA) no basta con formar parte de uno de los grupos de personas que establecen como beneficiarios. Es decir, no basta con jubilarse, tener alguna incapacidad o ser sobreviviente. Es cierto que es el requisito fundamental es cumplir con el perfil, sin embargo, los ciudadanos deben solicitar ese pago a la administración competente, un trámite que en ocasiones puede venir denegado.
¿Qué opciones tiene el afectado en esos casos? La SSA contempla una vía de apelación y opción para solicitar una revisión a través del formulario SSA-561. Se trata de una opción para poder reivindicar una reconsideración de la determinación tomada, de forma oficial. De este modo, si hay algún error, la Administración del Seguro Social (SSA) deberá reevaluar el caso y podrá dar una nueva respuesta que, no obstante, puede volver a ser negativa o cambiar a positiva.
Proceso para rellenar el formulario SSA-561
Si no estás de acuerdo con la resolución que has recibido de la Administración del Seguro Social (SSA), tienes la opción de reclamar para que la entidad lleve a cabo una revisión. Dicha solicitud se realiza mediante el formulario SSA-561. Según establecen desde Mundo Deportivo, para llevar a cabo este proceso de la mejor forma, debes seguir los siguientes pasos. Toma nota de todo:
- Obtén el formulario: Descarga el formulario SSA-561 desde el sitio web oficial del Seguro Social o solicítalo en tu oficina local.
- Completa tus datos: Asegúrate de que toda la información personal sea correcta y esté actualizada.
- Especifica la apelación: Indica claramente qué parte de la decisión deseas que se revise.
- Explica las razones: Detalla por qué crees que la decisión original fue incorrecta. Utiliza un lenguaje claro y conciso.
- Adjunta documentos: Reúne toda la documentación que respalde tu caso, como informes médicos recientes, estados de cuenta o cartas de tus médicos.
- Envía el formulario: Una vez completado, envía el formulario por correo o llévalo personalmente a tu oficina local del Seguro Social.