Hasta siempre, Miguel Russo: un maestro que dejó huella eterna en Millonarios

Luto en Boca Juniors y en Millonarios por un técnico campeón

miguel russo millonarios fallecimiento octubre 2025

Miguel Russo, un DT campeón con el cuadro albiazul | FOTOS: MILLONARIOS FC

El mundo del fútbol despide este 8 de octubre con una noticia que nadie quería escuchar: Miguel Ángel Russo ha fallecido. Boca Juniors lo confirmó oficialmente mediante un comunicado lleno de dolor y gratitud.

El Club Atlético Boca Juniors comunica con profunda tristeza el fallecimiento de Miguel Ángel Russo. Miguel deja una huella imborrable en nuestra institución y será siempre un ejemplo de alegría, calidez y esfuerzo. Acompañamos a su familia y a sus seres queridos en este momento de dolor. ¡Hasta siempre, querido Miguel!”, compartió el club argentino. La confirmación generó una ola de reacciones en el ámbito deportivo argentino y latinoamericano, con mensajes de condolencias, homenajes y recuerdos de su legado como jugador y entrenador.

El legado de Russo en Millonarios: títulos y cariño azul

Para los seguidores del fútbol colombiano, su paso por Millonarios fue uno de los capítulos más recordados y celebrados. Entre 2017 y 2018 dirigió el equipo al título de la Liga Colombia (Finalización 2017) y luego a la Superliga 2018, un logro que aún perdura en la memoria azul.

En su etapa en Bogotá, enfrentó también su propia lucha personal: fue diagnosticado con cáncer de próstata y vivió un proceso de tratamiento mientras asumía responsabilidades deportivas. Esa dualidad entre entrenador y enfermo fue parte de su mito entre los hinchas, que lo abrigaron con afecto y respeto.

Una carrera forjada en el compromiso y el respeto

Más allá de su vínculo con Colombia, Russo dejó huella en Argentina y otros países por su estilo reflexivo, su capacidad de liderar grupos y su pasión por el juego. Fue campeón de la Copa Libertadores 2007 con Boca y conquistó numerosos títulos nacionales a lo largo de su extensa trayectoria como entrenador.

Incluso en los últimos meses, cuando su salud estaba deteriorada, el club mantuvo discreción y respeto, reconociendo su legado y acompañando su familia con humanidad y solemnidad.

Qué viene para Boca y para quienes admiraban a Miguel Russo

Ante la partida de Russo, Boca confirmó que los asistentes liderados por Claudio Úbeda continuarán al frente del plantel hasta fin de año. La dirigencia, incluida la figura de Juan Román Riquelme, respaldó a ese cuerpo técnico como continuidad del proyecto que Russo dejó.

Para Millonarios, la noticia sacude el presente deportivo: el club que lo recibió con alegría y lo celebró como campeón no solo pierde a un estratega querido, sino también a un nombre que simbolizaba una época de éxito y de identidad.

Luto que une clubes y generaciones

La muerte de Russo trasciende fronteras. En Argentina, Colombia y más allá se repiten frases de agradecimiento, fotos históricas, reflexiones sobre su estilo y su humanidad. Los aficionados del fútbol, incluso rivales, se suman al sentimiento colectivo de pérdida de un hombre que fue faro para muchos.

Su partida deja un vacío que difícilmente se llenará en las canchas, pero también deja una herencia: los valores del respeto, el trabajo, la dignidad y el cariño que supo ganarse a pulso.

Los equipos que dirigió Miguel Ángel Russo

A lo largo de 36 años de trayectoria, Miguel Ángel Russo construyó una carrera tan extensa como admirable, dejando su huella en 16 equipos de 6 países diferentes. En Argentina dirigió a históricos como Lanús, Estudiantes, Rosario Central, Boca Juniors, Colón, Los Andes, Vélez, San Lorenzo y Racing; en el exterior, su recorrido lo llevó a Salamanca (España), Morelia (México), Millonarios (Colombia), Alianza Lima (Perú), Cerro Porteño (Paraguay) y Al Nassr (Arabia Saudita). En algunos de ellos tuvo más de un ciclo, como en Boca, Rosario Central o Vélez, siempre reconocido por su profesionalismo, su carácter pausado y su manera humana de liderar.

Curiosamente, nunca dirigió una selección nacional, algo que muchos consideraban una deuda en su brillante carrera. Pero a Russo no le quitaba el sueño. Lo suyo era el trabajo cotidiano, el contacto diario con sus jugadores, la planificación constante y el construir equipos desde el vestuario. No disfrutaba del rol distante del seleccionador, que debe recorrer el mundo observando futbolistas. Él prefería el barro del día a día, los entrenamientos y las charlas a campo abierto. Esa cercanía fue, en definitiva, su mayor legado como entrenador y como persona.