Contra todo pronóstico que señalaba al Once Caldas como el clasificado en esta serie, Rionegro Águilas dio el batacazo. Ganó en la 1 – 0 y en Manizales se quedó con un empate 1 – 1 para instalarse en la siguiente fase de la Liga Águila II – 2018.
Once Caldas mostró de nuevo algunas falencias en su funcionamiento ofensivo, notorias en el juego de ida. Le costó llegar a posición de gol y cuando se terminaba el primer tiempo un golazo de media distancia por parte de David Gómez parecía sacar del apuro al cuadro blanco.
Rionegro Águilas no bajó la guardia y en una acción por el sector izquierdo logró el tanto de la igualdad antes del descanso. El argentino Leandro Velázquez marcó el gol del 1 – 1 y de paso le devolvió la ventaja al cuadro visitante en el marcador global.
Tras un incidente con el arquero uruguayo Lucero Álvarez, agredido con un artefacto lanzado desde la tribuna, el segundo tiempo se reanudó con una mejor vocación ofensiva del Once Caldas, que volcado al ataque, aunque sin la profundidad de otros partidos, estuvo muy cerca de encontrar el gol de la igualdad en la serie. Ricardo Steer estrelló un balón en el palo y el asedio permanente del ‘Blanco Blanco’ llevó el juego al territorio de la intensidad.
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Rionegro Águilas salió de la presión con rápidos contragolpes en los que puso en evidencia los espacios dejados por el cuadro local en su afán por evitar la eliminación. El mínimo error fue definitivo en el cierre de los 90 minutos. Así mismo, la tensión derivó en reyerta, con disputas permanentes y situaciones disciplinarias que terminaron por quitarle más ritmo al partido, en beneficio del cuadro visitante.
El menos favorito en la serie finalmente se quedó con el cupo entre los 4 mejores de la Liga Águila. Por su parte, el Once Caldas se despide en medio de la tristeza porque durante gran parte del campeonato fue protagonista.
