Carlos Bacca cortó una mala racha hace poco pero sigue desperdiciando oportunidades. Algunos hinchas de Junior no toleran más su titularidad.
En el Junior de Hernán Darío Gómez son muy pocas las cosas que pueden rescatarse. Algunas cosas de Santiago Mele, otras de Jermein Zidane Peña y algo del recién llegado José Enamorado. Pare de contar. Por supuesto que las críticas van para los referentes y la cara principal que tiene este plantel es Carlos Arturo Bacca Ahumada. El delantero volvió a tener una mala tarde en el último clásico ante Unión Magdalena.
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Todo el contexto es muy complicado. El nacido en Puerto Colombia acumula un solo tanto en casi seis meses. Rompió su sequía de gol hace un par de semanas contra Cúcuta por Copa, pero en la Liga BetPlay todavía sigue sin mojar. A muchos les sorprende porque en la pretemporada sí marcó varias veces.
Es el delantero que más ha tenido chances de gol. En parte porque él mismo se las crea. Realmente el problema es que en este Junior, ya sea que se trate de Bacca u otro ariete, es muy complicado jugar arriba. Es un equipo que no genera peligro. Las pocas ocasiones que tengas debes meterlas y a la leyenda de 36 años le ha costado bastante. Está sin confianza, se nota.
¿Las alternativas? Sacarlo y poner a Gonzalo Lencina, que tampoco ha mostrado mayor cosa. También está Steven Rodríguez pero Titi corre muy de atrás. En todo caso, cualquier delantero va a sufrir en un conjunto con pocas ideas y producción ofensiva. Es algo que va más allá del salario, argumento principal que utilizan los acérrimos críticos de Bacca.
