El diario inglés The Guardian le dedicó algunas de sus páginas a rememorar a uno de los mejores equipos que armó el Newcastle United en la historia. Allí entrevistó a varios exjugadores de aquel plantel y coincidieron en recordar la calidad de Faustino Asprilla, quien hizo parte de ellos.
El Tino arribó a Inglaterra a comienzos de 1996 y recibió la camiseta número 11 del club. Desde ahí, hacía madrugar a los colombianos para seguirlo en la distancia con su fútbol que transmitía alegría y por supuesto, con la velocidad y el talento que lo caracterizó.
De eso no se olvidan tampoco sus excompañeros, quienes lo catalogaron como pieza fundamental de la plantilla que aunque deslumbró a todos en Europa, tan solo pudo quedarse con el segundo lugar de la liga inglesa, a cuatro puntos del Manchester United. Sin embargo, fue una temporada épica que quedó en la retina de muchos.
“Con Tino esperarías lo inesperado. Tenía ese lado rebelde y loco, pero nunca fue malicioso. Definitivamente era el más peculiar de nuestro equipo”, expresó el exdefensor Robbie Elliot en la conversación con el portal acerca del colombiano que ajustó 48 compromisos y marcó nueve goles en el grupo dirigido por Kevin Keegan.
Y continuó con los elogios: “Su apodo era El Pulpo porque sus piernas estaban por todas partes y literal en té no tenías idea de lo que iba a hacer. Tengo muy buenos recuerdos de él. También era un jugador de primer nivel. Mucho de eso se pierde por sus payasadas y la forma que celebró, pero ¡qué jugador! Estuvo fenomenal. Al final de un juego, parecía como si lo hubieran tirado hacia atrás, con los calcetines abajo, las borlas de los pantalones cortos desatados y la camisa colgando. Pera era rápido, inteligente y tenía una gran zancada”, dijo.
Por su parte, el exzaguero Warren Barton confesó: “Cuando pienso en él, no puedo evitar sonreír” y destacó la facilidad con la que el tulueño se adaptó a las Urracas, que ya tenían medio año de competencia disputado. “Era la vida y el alma del equipo. Éramos un grupo muy unido y él entró y se sumó a eso. Se integró muy rápidamente, su sonrisa cada mañana era contagiosa. Siempre se podía escuchar su voz. Tenía un intérprete, pero su inglés era mejor de lo que dejaba ver”, agregó.
El central contó intimidades y reveló que Asprilla era un tanto indisciplinado con las prácticas de Alan Irvine, director de la academia y uno de los asistentes técnicos del combinado. “En el entrenamiento fue una pesadilla. Alan Irvine fue muy particular, puso todas las pelotas, el sistema se estableció y todo eso. Era muy buen entrenador, muy organizado. Tino venía caminando y pateaba las bolas por todas partes. Simplemente rompía el hielo, pero se podía ver en vapor saliendo de los oídos de Alan”, relató.
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Barton se remontó a al histórico 3-2 que el Newcastle le propinó al Barcelona FC en fase de grupos de Champions League, en 1997. Faustino fue protagonista por su triplete que le dio la victoria histórica al conjunto británico.
“Estaba causando un caos. El tiempo de espera en los cabezazos de Tino era como Michael Jordan. Había una atmósfera especial. Todos hacíamos nuestro calentamiento grupal antes del partido, pero Tino estaba masticando chicle, manteniendo la pelota en alto, moviéndola y balanceándola sobre su cabeza. Parecía un niño travieso, listo para divertirse. No estaba en la zona y se estaba concentrando con nosotros, pero estaba en su propia zona. Cuando sonó ese silbato, supo que iba a destruir a la oposición y hacerlo a su manera”, apuntó.
Finalmente, Elliot analizó el instante en que el futbolista cafetero perdió protagonismo en la institución, que coincidió con la salida del DT Keegan y la llegada del escocés Kenny Dalglish al banquillo. “Mirando hacia atrás, realmente aprecias lo bueno que era Kevin en la gestión de personal. En ese momento, pasó desapercibido, pero hizo mucho trabajo para poner a Tino en posición. Escuchaste historias sobre cómo era en otros clubes y con la selección, pero no hubo nada de eso en Newcastle. Eso es testimonio de cómo Kevin lo trató”, concluyó.