En Bogotá ya está en marcha una nueva medida que busca proteger la vida de los ciclistas y garantizar el uso adecuado de la infraestructura vial. La Secretaría Distrital de Movilidad empezó a instalar señales que advierten la prohibición de transitar con motos y ciclomotores por las ciclorrutas. Esta acción se complementa con operativos de control y fuertes sanciones para quienes incumplan.
Las personas que insistan en usar estos corredores exclusivos para bicicletas con vehículos motorizados se exponen a una multa que puede superar el millón de pesos, además de la inmovilización del vehículo. El mensaje de las autoridades es claro: las ciclorrutas son para bicicletas, no para motos.
Bogotá instala nuevas señales en ciclorrutas
Desde el 2 de julio de 2024, Bogotá inició la instalación de señales de tránsito que prohíben la circulación de motos y ciclomotores en las ciclorrutas. Esta medida se implementa en 108 puntos de la ciudad, identificados previamente como zonas de riesgo por la presencia no autorizada de vehículos motorizados.
Las señales están siendo ubicadas en 14 localidades priorizadas y hacen parte de una estrategia para reforzar la seguridad vial. Con esto, la ciudad busca garantizar que las ciclorrutas se mantengan como espacios seguros para los ciclistas, evitando la presencia de vehículos que no solo invaden el espacio, sino que representan un alto riesgo por su velocidad y tamaño.
¿A qué vehículos aplica la prohibición?
La norma cobija a todos los ciclomotores y motocicletas, sin importar su cilindrada, tipo de motor o tamaño. La restricción es clara: no pueden transitar por ciclorrutas, ciclovías, andenes ni ninguna infraestructura destinada al uso exclusivo de bicicletas o peatones.
Así lo establece la Resolución 137609 de 2023 de la Secretaría de Movilidad, en la que se especifica que estos vehículos solo pueden circular por las vías habilitadas y no por corredores reservados para modos de transporte no motorizado.
Multas de hasta $1’045.500 por invadir ciclorrutas en Bogotá
La sanción por circular en moto o ciclomotor por una ciclorruta en Bogotá no es menor. Las personas que infrinjan esta norma se exponen a multas que van desde los $522.900 hasta los $1’045.500, según el tipo de infracción. A esto se le suma la inmovilización del vehículo, lo cual genera gastos adicionales por grúa y patios.
Esta medida no solo busca castigar el incumplimiento, sino también enviar un mensaje claro: invadir una ciclorruta con un vehículo motorizado es una acción peligrosa, costosa y totalmente evitable.
La norma en Bogotá está vigente desde 2023
Aunque la señalización comenzó a instalarse en julio de 2025, la prohibición existe desde el año anterior. Según el punto 3 del artículo 5.9.2.1 de la Resolución 137609 de 2023, los ciclomotores no pueden transitar por andenes, ciclorrutas, ciclovías o cualquier infraestructura exclusiva para bicicletas o peatones.
Esta disposición fue creada para regular el uso de vehículos alternativos en la ciudad y evitar conflictos con los modos de transporte sostenibles como la bicicleta. Las autoridades esperan que con la nueva señalización haya mayor claridad y, por ende, mayor cumplimiento.
Operativos de control y cifras de sanciones
Para garantizar el cumplimiento de esta medida, la Secretaría de Movilidad adelanta operativos permanentes en los puntos donde más se reportan infracciones. En lo que va de 2025, ya se han realizado 453 inmovilizaciones de ciclomotores y se han impuesto 1.483 comparendos a conductores que no respetaron la normativa.
Las infracciones más comunes detectadas incluyen el uso de ciclorrutas, la falta de casco, la carencia de documentación como el SOAT, la licencia de conducción o el certificado técnico-mecánico. Todo esto ha hecho que las autoridades refuercen los controles y aumenten las actividades pedagógicas dirigidas a los usuarios de moto.
Así puedes evitar sanciones en las ciclorrutas de Bogotá
La recomendación para los motociclistas y usuarios de ciclomotores en Bogotá es sencilla: respetar la señalización, conocer la normativa vigente y evitar a toda costa invadir las ciclorrutas. Circular por donde no corresponde no solo pone en riesgo a los demás, sino que también puede representar un gasto considerable de dinero y tiempo. Las reglas de juego ya son públicas, incluidos los montos de las multas.
Bogotá avanza en el fortalecimiento de una movilidad más segura e incluyente, y el cumplimiento de esta medida es una responsabilidad compartida. La ciudad tiene las señales puestas, las multas activas y los operativos en marcha. Ahora, el compromiso está del lado de los ciudadanos.