En Colombia, miles de morosos tienen deudas pendientes con tarjetas de crédito que, con el paso del tiempo, se vuelven imposibles de pagar. Ante esta situación, surge una duda común: ¿Esas deudas prescriben o los bancos pueden cobrarlas indefinidamente? La respuesta está en la legislación civil y financiera del país.
Aunque la deuda no desaparece, la ley contempla un plazo después del cual los bancos ya no pueden exigir el pago por la vía judicial, siempre y cuando no se haya interrumpido ese conteo. Por eso es clave conocer cómo opera la prescripción de las deudas de tarjeta de crédito para morosos en Colombia, qué plazos aplican y qué pasos seguir para que tenga efectos legales.
Morosos con tarjeta de crédito: ¿Cuándo empieza a contar el plazo?
Para los morosos en Colombia, el plazo de prescripción de una deuda con tarjeta de crédito comienza a contar desde el momento en que el pago debió hacerse y no se cumplió. Es decir, no se toma como referencia la fecha en que se entregó la tarjeta ni la última compra, sino la primera cuota incumplida.
Por ejemplo, si una persona dejó de pagar en agosto de 2019 y desde entonces no hizo ningún abono ni firmó nuevos acuerdos, ese mes es el punto de partida para calcular el plazo de prescripción. El Código Civil colombiano establece que las obligaciones personales prescriben a los cinco años, siempre y cuando no hayan sido interrumpidas.
El tiempo que tiene el banco para cobrar la deuda en Colombia
El tiempo que tiene un banco para cobrar una deuda de tarjeta de crédito a morosos en Colombia depende de si existe un pagaré firmado por el deudor:
- 3 años para la prescripción ordinaria de la obligación.
- 5 años si el banco tiene un pagaré, como sucede casi siempre al entregar la tarjeta.
Esto significa que el banco puede iniciar acciones judiciales durante ese período. Si no lo hace, y si no hay pagos ni reconocimientos de deuda por parte del moroso, la entidad pierde el derecho de cobrar por vía judicial una vez cumplido el plazo.
Morosos y prescripción: ¿La deuda desaparece sola?
No. Muchos morosos creen que una vez pasan cinco años, la deuda queda automáticamente anulada. Sin embargo, para que tenga efecto legal, es necesario que el deudor solicite formalmente la prescripción ante un juez, mediante una demanda civil.
La deuda no se extingue ni desaparece del sistema financiero si no se toma esa acción legal. Una vez el juez declara la prescripción, el acreedor pierde el derecho a cobrar por la vía judicial, aunque la obligación moral y el registro financiero aún puedan existir.
Morosos en centrales de riesgo: ¿Qué pasa con Datacrédito?
Incluso cuando la deuda de tarjeta de crédito ya está prescrita judicialmente, el reporte negativo en las centrales de riesgo como Datacrédito puede mantenerse hasta por cuatro años más, según lo establece la Ley de Habeas Data (Ley 1266 de 2008).
Para los morosos que quieran restablecer su historial crediticio, es fundamental presentar la sentencia judicial de prescripción ante la central de riesgo, solicitando la eliminación o actualización del registro. Esto puede facilitar el acceso a futuros créditos y mejorar la reputación financiera.
Acciones que pueden interrumpir la prescripción de la deuda
Hay situaciones que pueden reiniciar desde cero el conteo del plazo de prescripción. Por eso, los morosos deben tener especial cuidado con:
- Firmar acuerdos de pago con el banco.
- Hacer abonos parciales, incluso mínimos.
- Reconocer verbal o formalmente la deuda ante la entidad.
- Recibir una demanda judicial por parte del banco.
Cualquiera de estas acciones interrumpe la prescripción y habilita al banco a reiniciar el proceso de cobro. En cambio, las llamadas telefónicas, mensajes de texto, correos o reportes en centrales de riesgo no interrumpen legalmente el conteo.
Morosos con deuda antigua: pasos para declarar la prescripción
Si ya han transcurrido más de cinco años desde el incumplimiento y no se ha interrumpido el plazo, los morosos pueden seguir estos pasos para solicitar la prescripción legal de la deuda:
- Consultar con un abogado especializado en derecho civil o financiero.
- Presentar una demanda ante un juez civil, solicitando la declaración de prescripción.
- Obtener la sentencia judicial que certifique que la deuda ya no puede ser exigida.
- Llevar la sentencia a Datacrédito u otras centrales de riesgo, para actualizar el historial.
Tomar esta iniciativa puede representar un alivio financiero para muchas personas que, por años, han vivido con el temor constante de un cobro judicial o de ver su historial crediticio afectado sin saber que existe una vía legal para cerrar ese capítulo.