En el territorio de los Estados Unidos, hay decisiones que pueden parecer pequeñas en el momento, pero que con el tiempo cambian por completo tu día a día. Una de ellas es cuándo jubilarse. Algunos lo tienen clarísimo desde hace años: en cuanto cumplan la edad mínima, adiós al trabajo. Otros prefieren esperar un poco más, hacer cuentas con calma y sacar el mayor provecho posible al Seguro Social.
Elegir la mejor edad para jubilarse puede ser un tema muy difícil, pero es una decisión necesaria. No solo por el monto que recibirás, sino por lo que implica a nivel personal. Salud, ingresos, familia, planes a futuro… todo influye. Y, por si fuera poco, la edad de jubilación plena cambia según tu año de nacimiento. Así que no vale con saber que existe el Seguro Social: hay que entender cómo funciona.
¿Cuál es tu edad de jubilación según tu año de nacimiento?
Aunque el mínimo legal para pedir el beneficio es de 62 años, eso no significa que vayas a cobrar el 100 % de tu pensión. Para eso necesitas alcanzar tu edad de jubilación plena, que varía según tu fecha de nacimiento.
Aquí tienes una tabla rápida para orientarte:
Año de nacimiento | Edad de jubilación plena |
---|---|
1957 | 66 años y 6 meses |
1958 | 66 años y 8 meses |
1959 | 66 años y 10 meses |
1960 o después | 67 años |
La edad plena no es un capricho: se calcula en función de la esperanza de vida, la sostenibilidad del sistema y otros factores. Por eso, cada año de nacimiento tiene su punto exacto. Saltarse esa fecha puede implicar una reducción del pago o una mejora, si decides esperar más.
¿Y si esperas hasta los 70 años?
Hay quien piensa que jubilarse pronto es siempre la mejor opción, pero no siempre es así. Si puedes esperar hasta los 70 años, la cosa cambia bastante. El pago sube. Y sube bien.
En 2025, el monto máximo puede alcanzar los 5.108 dólares al mes si esperas hasta los 70. En cambio, si lo haces a los 67, el máximo baja a 4.018 dólares. Y si lo haces a los 62, puede quedarse en 2.831 dólares mensuales. La diferencia no es pequeña y puede suponer más de 2.000 dólares al mes en algunos casos.
Eso sí, no todo el mundo puede permitirse esperar. Problemas de salud, ingresos limitados o un entorno laboral hostil pueden obligarte a retirarte antes. Y eso no está mal: lo importante es tomar una decisión informada. Saber lo que pierdes y lo que ganas te permite elegir con mayor claridad.
No se trata solo de números: también de vida
Tener claro cuál es tu FRA (edad de jubilación plena, por sus siglas en inglés) es clave, sí. Pero hay mucho más en juego. ¿Tienes otros ingresos? ¿Has podido ahorrar? ¿Vives solo o en pareja? ¿Te ves trabajando unos años más o ya se te hace cuesta arriba?
Incluso tus planes personales pesan. No es lo mismo quien quiere recorrer medio mundo que quien prefiere cuidar el huerto o pasar más tiempo con los nietos. Por eso, antes de pedir el beneficio, lo mejor es revisar tu historial en My Social Security y hacer tus propios cálculos. Así podrás tomar una decisión consciente y con perspectiva.
Elegir con cabeza da tranquilidad
A veces no se trata de elegir la mejor opción, sino la que más encaja contigo. Con tus circunstancias. Con tu vida. La clave está en decidir sin prisas, con la información delante, y sabiendo que no hay una edad ideal para todo el mundo.
Si lo haces así, no solo conseguirás un ingreso mensual estable, sino que podrás encarar esta nueva etapa con más calma, más seguridad y con la sensación de haberlo hecho bien. Porque jubilarse no es el final de nada: es, en muchos sentidos, un nuevo comienzo.