José Fernando Salazar, CEO de Águilas Doradas, se expresó en protesta por la orden de desalojo que le impusieron a la sede deportiva del club.
El 2023 ha sido un enorme año en lo deportivo para el conjunto dorado. Firmó un gran primer semestre con Lucas González y ahora es serio candidato al título de la mano de César Farías. A pesar de este gran presente futbolístico, los conflictos administrativos entre la institución y la municipalidad de Rionegro desembocaron en una orden de desalojo. En otras palabras: les pidieron abandonar la sede deportiva, a más tardar, en las próximas horas.
+ ELN promete que se liberará al padre de Luis Díaz
Fernando Salazar, empresario y socio mayoritario del equipo, habló en Win Sports al respecto y envió varios mensajes. Considera que la Alcaldía de Rionegro comete un atropello contra el plantel profesional y las divisiones menores que viven su día a día en la sede de Morelia. También contra su hermana Paola Salazar, presidenta del equipo. No quiere que este inconveniente perjudique la gran dinámica que tienen ad portas de unos cuadrangulares.
Lo que dijo Fernando Salazar sobre la orden de desalojo de Águilas Doradas
☀☕”No podemos perder el norte y el objetivo que es bordarle la primera estrella a este escudo” Fernando Salazar, CEO de Águilas Doradas. #PrimerToque pic.twitter.com/HFgLkwMbzR
— Win Sports TV (@WinSportsTV) November 2, 2023
“Esta administración no ha permitido una relación fluida. Me he marginado, no es oculto que soy un hombre que despierta odios y amores. Si fuera el protagonista automáticamente estaría la estigmatización en las redes sociales, que es la nueva inquisición donde se le daría razón a cualquier persona menos a mí”
“Seguiremos tratando de enaltecer nuestra región, de que nuestro proyecto beneficie a las comunidades y dinamice la economía. Este proyecto le pertenece al oriente de Antioquia. Ojalá con el Alcalde podamos extender puentes. Mire las ironías de la vida: este proyecto lo quieren varias ciudades del país, me han llamado para trasladarlo. Pero acá antes de un estímulo recibimos una orden de desalojo pegada en la entrada”
