El afán de protagonismo le jugó una mala pasada al ‘Chino’ Sandoval en el penalti fallado. Iba ganando aceptación de la hinchada de Junior.
Es un tanto injusto, pero si había un jugador del Junior de Barranquilla que tenía mucho para perder en el penalti que le pitaron al elenco rojiblanco en el último minuto contra Boyacá Chicó, ese era Luis Fernando Sandoval. A pesar de ser de los puntos más altos del equipo en los recientes partidos, esta acción lo pone otra vez en el ojo del huracán. Cuando las cosas le estaban saliendo bien llega este nuevo golpe.
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Los dirigidos por Hernán Darío Gómez estuvieron a punto de sellar una remontada que les hubiese servido para ponerse muy cerca de los ocho primeros del campeonato. Al final fue un empate con sabor a derrota y el que salió más golpeado anímicamente fue el Chino Sandoval. Sólo erran los que cobran pero muchos creen que él no debía ser el responsable de patear.
El atacante soledeño estaba dejando por fin atrás las críticas por indisciplina, estaba empezando a ser importante entrando desde el banco. De hecho, los dos penales los genera él. Quiso patear el primero pero Cariaco González no lo dejó. En el segundo, luego de una deliberación bastante confusa y polémica, permitieron que el díscolo Sandoval intentara convertirse en héroe. Pero no pasó: ahora mismo, tal vez, es más villano que antes.
Le jugó una mala pasada el afán de protagonismo. Quería tener su momento, su desahogo. Pensó que era su oportunidad de consagrarse. El juego a veces es muy cruel y ahora vuelve a ser señalado, a pesar de su buen nivel.
— Out of context fútbol colombiano (@OutofcontextFPC) April 14, 2023
