Añoranzas de jugar al fútbol con un balón Mikasa


Si su infancia y juventud se ubica en la década de los 80 o durante los 90 seguramente recordará que a los partidos del barrio, en cualquier campo porque hasta en el asfalto se podía jugar, había un Mikasa.

O “piedra”, como le decían no solo por su resistencia. ¡Jugar a las cabecitas era un chichón seguro!

Los balones Mikasa, de la empresa aún vigente y originada en Japón. ¿Qué fue de ellos? Hoy parecen una pieza de colección, pero se resisten a quedar en el ostracismo, pese a la popularidad que tienen balones de otras marcas, diseñados para el fútbol de hoy, tan rápido, pero especialmente hechos para superficies menos rocosas.

El fútbol en césped sintético, que paulatinamente desplazó al microfútbol y a jugar en cualquier campo, donde existiese algo de pasto (así sea poco), le hizo perder protagonismo a los Mikasa. Porque si alguna garantía tiene este tipo de balón es que está diseñado para resistir en cualquier superficie, especialmente en aquellas donde ahora uno de los balones modernos no resistiría más de 5 “picados”.

Esa misma resistencia para ajustarse a cualquier tipo de superficie necesariamente hizo que los balones Mikasa fueran duros. No solo se sentía al momento de cabecear. Hacer un disparo con cierta potencia era un desafío y al jugador menos experimentado perfectamente le pudo dar algo de temor.

Hablar de un Mikasa FT-5, su denominación técnica oficial, es ir al pasado, a los picados de barrio. De una época en la cual no existían alquiler de canchas y para jugar al fútbol solo se necesita eso: La pelota. Y como era la más popular no importaba su dureza. La pasión por el fútbol suplía perfectamente cualquier moretón por un balonazo o el dolor en los pies cuando no se jugaba con tenis de tela.

Es toda una insignia del fútbol aficionado. Estos balones eran así y sus creadores jamás se resistieron a dejarlo de fabricar de la misma manera. La historia de esta empresa es extensa, ya que se tienen registros de la misma desde 1917, cuando empezó con la fabricación de productos plásticos y fue a partir de la década de los 60 que se tomó la decisión de incursionar en la fabricación de pelotas. No solo para fútbol; Mikasa se expecializó en baloncesto, waterpolo y voleibol, del cual es actualmente unos de los proveedores para las competiciones más importantes.

El balón Mikasa original está hecho con un material patentado, llamado ‘MikasaHyde’. Es un tipo de cuero especial con el cual también se elaboran los demás balones. En sus capas interiores hay un “devaneo de nailon”, en distintas direcciones hasta darle la forma y conseguir la dureza y resistencia tan características.

Una pelota irrompible, que nunca pasará de moda. Un clásico para recordar la esencia del fútbol. El balón de larga duración para todo tipo de terreno.

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