El futbolista de élite, el que desea mantenerse a tope siempre, necesita de la tecnología. Su calidad no solo pasa por el talento, que aporta una gran cuota. También la ayuda de ciertas herramientas que facilitan su ejecución.
Los guayos son los implementos más habituales en ese sentido. Pero para los arqueros son fundamentales también de unos buenos guantes. El fútbol de hoy, con esos balones tan ligeros, tan difíciles de atrapar o desviar, requiere de arqueros que no solo estén muy bien preparados.
Gianluigi Donnarumma, custodio del arco en la Selección de Italia y quien después de la Euro 2020 se enrolará con el PSG, por ejemplo, es uno de esos jugadores que admite el beneficio tecnológico de unos guantos diseñados con los más altos estándares de calidad.
+ Dinamarca, en semis de la Euro 2020. ¿Y Christian Eriksen?
El arquero ataja con unos Predator Pro Hibryd de adidas. Estos guantes cuestan unos 120 euros, que en pesos colombianos son mal contados $532.000. En otras palabras, tener los guantes del golero italiano equivale a medio millón de pesos.
“Estos guantes con corte híbrido ofrecen un agarre óptimo y una mejor absorción de los impactos gracias a la espuma URG 2.0. Presentan una palma flexible con diseño anatómico que se adapta a los movimientos de la mano. Las inserciones Demonskin en el dorso de punto elástico proporcionan un mejor control del balón en los despejes”.
Están cubiertos por una especie de “púas”, que desde luego no son del todo como tal, que ayudan a la labor de despejar el balón.
