La partida de Cristian Graciano del plantel del DIM (en curso) llama la atención de la afición respecto a los talentos jóvenes del equipo.
A sus 21 años, Graciano parecía irse consolidando como una pieza clave para el equipo gracias a su polifuncionalidad, desempeñándose como lateral derecho, mediocentro o extremo. Sin embargo, el acuerdo para su cesión por un año al Cali, pone de manifiesto decisiones estratégicas que buscan equilibrar necesidades inmediatas y visión a futuro. Es un negocio en curso.
📺🎙️⚽️ “Me gustó el Cali porque es un grande, es una plaza buena, y tiene buena hinchada”
“La verdad siempre agradecido con el profe Alfredo Arias, fue el que me puso a jugar en el @DIM_Oficial” Cristian Graciano, quien será nuevo refuerzo de @AsoDeporCali #Antena2Cali pic.twitter.com/onOgQPBfGc
— Antena 2 Cali 📻 (@Antena2RCNCali) November 29, 2024
El DIM, en su búsqueda por consolidar resultados y fortalecer su plantel, parece haber optado por priorizar otros perfiles en su plantilla. Si bien Graciano es un jugador con evidente potencial, su rol en el equipo quedó en un limbo entre ser una apuesta a futuro y una pieza secundaria en el presente. Su salida también refleja la influencia de un sistema que, en ocasiones, privilegia decisiones tácticas inmediatas sobre la construcción de proyectos a largo plazo con talentos formados en casa.
El hecho de que Alfredo Arias, exDT del DIM, haya solicitado su incorporación al Deportivo Cali subraya la calidad del jugador. El entrenador uruguayo confía en Graciano por su desempeño bajo su dirección en el Poderoso, donde supo aprovechar su versatilidad. Sin embargo, esto también plantea preguntas sobre por qué el DIM no logró potenciarlo en su propia estructura actual. ¿Faltó un plan claro para integrarlo como protagonista o su perfil simplemente no encajaba en las prioridades tácticas del cuerpo técnico?
La cesión de Graciano, aunque pueda verse como una oportunidad de desarrollo, también invita al DIM a reflexionar sobre cómo garantizar el crecimiento y la continuidad de sus canteranos. Mantener el contrato hasta 2027 evidencia que el club sigue viendo a Graciano como una inversión de futuro, pero queda por ver si este movimiento realmente fortalecerá tanto al jugador como al proyecto deportivo del DIM. En última instancia, el desafío será aprovechar este tipo de decisiones para reafirmar su compromiso con el talento joven y la construcción de una identidad sólida.