Fernando Jaramillo respondió a los cuestionamientos sobre el juego donde América prácticamente cedió su localía y explicó las razones.
Esta semana, un dirigente del fútbol colombiano ha comenzado a hacer ruido buscando la renuncia del presidente de la Dimayor. Se trata de César Guzmán, dueño de Patriotas Boyacá, a quien le parece inadmisible que América de Cali haya aceptado jugar un partido como local en la cancha del rival que enfrentaban, en este caso en el Doce de Octubre de Tuluá, ante Cortuluá.
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Ha puesto su voz de protesta reclamando que se falló en la deportividad, por lo que desde el ente organizador del fútbol colombiano le respondieron. En diálogo con Antena 2 Cali, Fernando Jaramillo contestó a las declaraciones de Guzmán y aunque aceptó que el juego no debió jugarse en dicho escenario, dejó claros los motivos detrás de la decisión.
Inicialmente comentó que es difícil encontrar un estadio para América. “Yo estoy de acuerdo en que lo mejor no era jugar allá (Tuluá), pero las circunstancias de modo, tiempo y lugar nos obligaron a jugar ese partido allá. Es difícil que le presten un estadio al América y con esto no estoy hablando mal de la hinchada de América, es una realidad“.
Según Jaramillo, agotaron las opciones para evitarlo. “No fue nuestra primera opción jugar en Tuluá, insistimos en Pereira, insistimos en Armenia, todo el tema de Copa América Femenina nos complicó este tema. Inclusive el estadio donde juega América ya estaba intervenido por el Mundial de Atletismo, y el estadio alterno América consideró que no estaba en condiciones para jugar. Es muy complejo desde el punto de vista logístico“.
Reconoció el error, pero América no podía seguir aplazando sus juegos. “Si era mejor no jugar allá, seguramente sí. Pero también aplazarle otro partido al América, y que tuviera ya dos partidos aplazados, podemos hablar que se rompe el equilibrio deportivo“.
