El canterano del América de Cali sigue sin poder ganarse el cariño de la hinchada y ahora su figura es mucho más antagónica que antes.
El inicio de cualquier jugador a nivel profesional siempre va a ser complicado y en la mayoría de casos se requiere de mucha paciencia. El de Emerson Batalla por ejemplo, es uno de ellos. El tumaqueño lleva al lado del primer equipo desde el primer semestre del 2020, pero después de varias oportunidades sigue sin jugar un primer gran partido con América de Cali.
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Este sábado, ingresó de cambio ante Deportes Quindío cuando su equipo estaba abajo en el marcador y aunque pudo ser el héroe en este compromiso, falló. Y lo peor para él es que no fue una vez, tuvo dos ocasiones para siquiera rescatar un punto pero en ambas se equivocó y ahora la tendrá mucho más difícil para reivindicarse.
Fueron dos jugadas, ambas con un magnífico pase previo de Rodrigo Ureña. En la primera hizo como Rodrigo Palacio en la final de la Copa del Mundo 2014, vio al portero adelantado y la quiso picar, pero era por abajo. La segunda, recibió nuevamente mano a mano, se tardó en acomodarse para su pierna hábil y le salió un suave remate al cuerpo del arquero.
Sobre el final del compromiso entró en desesperación, recibió una falta cercana al área rival y el infractor se tiró al suelo para ganar unos segundos, a lo que estalló en furia contra él y por poco provoca una batalla campal en el Pascual Guerrero. Una página que debe pasar pronto si quiere triunfar en este club.
