Hablar con el periódico del lunes bajo el brazo es muy fácil. Pero, ¿realmente era necesario haber llevado a Andrés Ricaurte a Tunja para el partido ante Chicó?
Ningún técnico en el mundo quiere que un jugador se le lesione, nadie lleva un jugador a un partido si no está en condiciones. Ningún hincha o periodista tiene el nivel de información que tiene un técnico de su equipo.
Por eso a la hora de analizar la necesidad que tuvo o no, David González de haber llevado a Ricaurte a Tunja, tiene inevitablemente un sesgo de opinión y un margen de inexactitud indiscutible.
Sin embargo el periodista tiene la obligación de analizar desde su tribuna y con la información de la que dispone los hechos.
Historial de lesiones
El récord de lesiones que ha tenido Andrés Ricaurte no invita al optimismo, no genera tranquilidad. Su gran talento, su seriedad, liderazgo y profesionalismo son un activo fundamental para el Poderoso, sin embargo su fragilidad física, y tendencia a lesionarse no se pueden obviar.
Hace exactamente un año Ricaurte tuvo una lesión que tildaron de «menor» y se convirtió en un martirio que duró varios meses. Ya antes había tenido otras lesiones.
Regresó de la MLS sin éxito por temas físicos, no futbolísticos.
Con jugadores de este tipo hay que tener precaución extra.
El viaje a Chile
El viaje a Chile fue muy agotador, tuvieron que volar en vario grupos vía Panamá. En Santiago tuvieron que tomar bus para llegar hasta la sede del partido de Copa Libertadores frente a Magallanes.
El partido fue arduo y el regreso fue de madrugada al día siguiente del encuentro. El trayecto entre Santiago y Bogotá es de más de seis horas, y luego tuvieron que abordar otro avión para viajar de Bogotá a Medellín.
El desgaste de Ricaurte no invitaba a llevarlo a Tunja.
La importancia de lo que se venía
Andrés Ricaurte es eje fundamental del sistema de David. Es pilar del equipo. Lo que se venía era nada más y nada menos que el partido más importante del año para el equipo.
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Contar con Ricaurte siempre será un ‘plus’ para el Poderoso. No valía la pena arriesgarlo en un partido que se jugaba en una plaza tan complicada por la altura, las malas condiciones de la cancha y el rival rocoso.
El viaje extra desde Medellín hasta Paipa, luego el trayecto a Tunja y viceversa, era un desgaste extra innecesario para el jugador.
Este viernes 24 de marzo se le realizará una artroscopia en la rodilla a Andrés Ricaurte. Se habla inicialmente de un mes de recuperación. Pero conociendo el historial de lesiones del 10, yo tendría mucha cautela en anunciar tiempos y esperaría la evolución.
